Bigas Luna reivindica un lugar para la huerta en el Logroño del siglo XXI

Bigas Luna, director de recordadas películas como Huevos de Oro, Jamón, jamón, La camarera del Titánic o Yo soy la Juani, entre otras muchas, se ha acercado al Mercado San Blas de Logroño esta mañana para dar a conocer a los medios el motivo de su participación en la iniciativa La Ciudad Inventada, promovida por el Ayuntamiento de Logroño.

Acompañado por el concejal de Promoción de la Ciudad, Ángel Varea, el director artístico del proyecto, Alfredo Tobía y el gerente de Logroño Turismo, Fernando Melchor, el director ha asegurado que los mercados, como el de la Plaza de Abastos de Logroño, le ponen “de buen humor”. En este sentido, Bigas Luna ha apuntado que su intervención en Logroño estará “muy vinculada a un mercado”. “La ciudad del futuro , en la que me gustaría vivir, es una ciudad con pocos coches y mucha huerta”, ha asegurado. En ella, las nuevas tecnologías comparten espacio con los productos de la tierra.

Ambos aspectos estarán, por tanto, presentes en el trabajo que Bigas Luna escenificará en un lugar ya elegido de antemano por la organización para él: la Plaza del Parlamento de La Rioja. Un espacio que el director ha calificado de “muy bonito y agradable”, si bien ha reconocido que en en un principio él había pensado en un entorno urbano más duro.

Allí, con el antiguo convento de la Merced como telón de fondo, Bigas Luna dispondrá diferentes “altares” con productos agrícolas en un homenaje a lo que ha llamado el huerto del siglo XXI. Incluso, se plantea colocar unas vitrinas adornadas de ajos, espárragos y tomates en las hornacinas que hoy permanecen vacías en la fachada de la Cámara riojana. “Tendrá mucha vida y mezclará lo ritual y lo real; no se trata sólo de una propuesta estética sino de que la gente la disfrute con mucha intensidad convirtiendo un espacio urbano en uno festivo”, ha aclarado.

Para ello, la organización pedirá probablemente la participación de la ciudadanía logroñesa. “Sobre todo, en el caso de los niños”, ha adelantado Bigas Luna. El hecho de que el proyecto se inscriba en Logroño “encaja maravillosamente”, según el autor, en su propuesta de reflexión sobre la ciudad. Aunque, según ha defendido, su concepto de “retorno a la tierra” es aplicable en cualquier capital del mundo, quizá “Logroño sea la más adecuada” para ello. “Aquí está la cuna de la huerta; ella es la esencia de la ciudad”, ha aseverado.

Su huerta, sin embargo, no es la clásica sino la ecológica, la que se sirve de las nuevas tecnologías para avanzar. Por eso, en su representación en el Parlamento de La Rioja, los productos del campo convivirán con la proyección audiovisual y los cedés que hoy cuelgan de muchos huertos para espantar a los pájaros. “Será una manera visual y simbólica de dar presencia a la era en la que vivimos”, afirma.

EL RETORNO A LA TIERRA

“En una sociedad en la que te puedes comunicar en un segundo, en la que todo va a una velocidad impresionante, es también importante que la gente sepa que ahora empieza a haber plantel de tomate y que la semilla es la mejor imagen de la riqueza”, ha afirmado Bigas Luna durante su visita en Logroño.

Para ello, el director pide una reflexión sobre la “necesidad” de volver a la tierra. Amante confeso de la ciudad, Bigas Luna demanda sin embargo una metrópolis “menos agresiva”: “Tengo una relación muy buena con la ciudad, pero me agrede; por eso, quiero que la gente que vive en ella toque la tierra, tenga jardines y huertas...”.

Apasionado de la vida, el director de La teta y la luna, se califica como un “biofílmico” frente a los “necrofílmicos”. “Me gusta mucho la vida y mi trabajo quiere acercarse a la gente que quiere vivir, comer, hacer el amor...”, explica. Actualmente, Bigas Luna se encuentra inmerso en la segunda parte de Yo soy la Juani: La Juani en Hollywood. La película, un homenaje del autor a “la gente de las periferias españolas y el nuevo icono de mujer totalmente liberada”, sigue el camino hacia la fama de su joven protagonista en una sátira sobre el éxito. “El camino más rápido a la infelicidad es el éxito”, asegura el autor, que reflexiona sobre la necesidad de “tener medida” bajo un lema: “Cuidado con lo deseas porque vas a conseguirlo”.