El Ayuntamiento no recurrirá, por ahora, a la propuesta del Gobierno para pagar las facturas a proveedores
El Ayuntamiento de Logroño no va a acogerse, por el momento, a la medida propuesta por el Gobierno central para facilitar a los municipios el pago de facturas a proveedores, pero si podría recurrir a este sistema si tuviera que costear una indemnización de 600.000 euros pendiente de un juicio.
La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha adelantado esta decisión , en una conferencia de prensa, en la que se ha referido a la reunión mantenida por la Federación de Municipios y Provincias y el Ministerio de Hacienda sobre las perspectivas financieras de los ayuntamientos para 2012.
Gamarra ha destacado el que “por primera vez” un Gobierno de España “trata igual” a los ayuntamientos que a las comunidades autónomas a la hora de informarles sobre las medidas económicas que les afectan.
Una de esas cuestiones, que en su opinión es “vital” para la economía de las ciudades, es el pago a los proveedores de bienes y servicios a los ayuntamientos, a los que se adeuden facturas.
Logroño no tiene intención de acogerse a ese sistema porque aunque en junio del año pasado había facturas impagadas por 5 millones de euros, de 2011 y 2010, ya se ha solventado ese problema “a costa de quitar de otras partidas”, ha explicado Gamarra.
Y ha detallado que a final de 2011 quedaban facturas pendientes de pago por valor de 122.000 euros, de ellos 77.000 “sin respaldo financiero” en el presupuesto, aunque ese problema se solucionará mañana en un pleno extraordinario, que aprobará un suplemento de créditos para este concepto.
Así, según Gamarra, no habrá nada pendiente de pago y el listado que Logroño enviará al Ministerio de Hacienda no tendrá facturas.
Sin embargo, la alcaldesa ha matizado que si se recurrirá a ese sistema, porque el Ayuntamiento tiene en los tribunales una reclamación por 600.000 euros que, en caso de perderse, podría ser pagada mediante esa medida del Gobierno central.
En este proceso judicial, ha aclarado Gamarra, la empresa que repuso la cubierta del campo de fútbol de Prado Viejo, tras un vendaval, reclama todo el importe al Ayuntamiento, mientras que éste defiende que deben pagar las aseguradoras y la empresa que construyó la instalación.
Gamarra cree que la fórmula dada por el Gobierno a los ayuntamientos es muy importante para los municipios, aunque Logroño “va a ir más allá” y mantiene el compromiso de acabar 2012 con un plazo de pago a proveedores de 40 días, diez menos que hasta 2011, y que ya se cumple en estos momentos.
Por otro lado, ha subrayado que asume el objetivo de déficit marcado para los ayuntamientos, del 0,3 por ciento, que, en su opinión, se conseguirá gracias a la mejora ena gestión de los recursos, que cada vez son menos en los últimos ejercicios.
De hecho, ha revelado que los ingresos no financieros del Ayuntamiento de Logroño en 2011 fueron de 129,8 millones de euros, con lo que retornaron al nivel de cinco años antes, en 2006, mientras que los gastos se situaron en 137,3 millones de euros.
Así, si solo se tienen en cuenta los ingresos y los gastos, Logroño terminó 2011 con un déficit de 7,2 millones de euros, ya que obtuvo 129,8 millones de euros (23 menos en un año) y abonó 137,3 millones (17,3 menos que el 2010).
No obstante, ha aclarado que la incorporación de remanentes y de créditos hizo que el Consistorio cerrara el ejercicio con un superávit de 4,7 millones de euros.
Ese resultado se produjo gracias a “un grandísimo esfuerzo” y “sin afectar a ningún servicio”, a pesar de que la administración municipal se encuentra en un momento “delicado” porque “los ingresos no responden” y se han situado en el mismo nivel que en 2006 pese a que “la calidad de los servicios es mucho mayor que entonces”.
Para mantener esa calidad, ha justificado, el Consistorio “tira de su pulmón” que son sus ahorros, y reduce su nivel de tesorería, que a final de 2011 estaba por debajo de un año antes, ha admitido.
Gamarra ha anunciado que para el futuro el Ayuntamiento va a marcar un techo de gasto anual, con el objetivo de que cuando un ejercicio concluya con superávit presupuestario (solo ingresos y gastos) ese dinero se dedique a reducir la deuda, que ahora es de 72 millones de euros.
La alcaldesa ha destacado también el que se haya ofrecido a los municipios dos fórmulas que van a mejorar su liquidez.
Por un lado, Logroño debe devolver en diez años unos 10 millones de euros al Gobierno central por haber recibido ingresos de más entre 2008 y 2009, mientras que antes tenía que trasladarlos en cinco años.
Y, por otro lado, se ha decidido adelantar el dinero de menor que dio el Estado al municipio en 2010, aunque Gamarra ha dicho que para Logroño apenas va a suponer medio millón de euros
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