La ópera vuelve al Bretón de la mano de Verdi
La ópera vuelve este próximo jueves al escenario del Teatro Bretón de Logroño con la representación de 'Un ballo in maschera', uno de los títulos más clásicos del Guiseppe Verdi, en la versión de la Compañía Opera 2001. La cita será a las 20,30 horas, en una única función.
'Un ballo in maschera' representa el paso a la madurez de las obras de Verdi. El maestro de Busetto la compuso en 1858, cuando ya era un autor reconocido, tras la trilogía que le consagró con 'Il trovatore', 'Rigoletto' y, sobre todo, 'La traviata'.
Inicialmente, el libreto de 'Un ballo in maschera' se basaba en una obra anterior, que relataba el asesinato del rey Gustavo III de Suecia, tras un baile de máscaras, como parte de una conspiración política. La obra verdiana original seguía esta trama argumental, pero la censura de la época obligó a cambiarla.
De este modo, el rey Gustavo de Suecia se convirtió en Riccardo, conde de Warwick y gobernador de Boston, y su antagonista, en Renato, al principio, uno de sus principales colaboradores, al final, la mano que le da muerte tras lo que considera una traición conyugal. Nada que ver, en principio, con la política que queda muy en segundo plano, para esquivar a las estrictas autoridades del momento.
Así fue como se estrenó, finalmente, en el Teatro Apolo de Roma en 1859. La ópera cuenta con tres actos, claramente diferenciados en cuanto a su música y ambientación. En el primero, la acción comienza en el palacio del gobernador, donde el protagonista, despreocupado, canta su amor por Amelia, esposa de su consejero y amigo Renato, con una de las más famosas arias de esta ópera, 'La rivedrá nell'estasi'.
Mientras planea un baile de máscaras para intentar seducir a la mujer, contando con la participación de su jovencísimo servidor Oscar, precisamente es Renato quien le advierte de una posible conspiración en su contra, a la que no da demasiada importancia. Al mismo tiempo, altos cargos le alertan contra las prácticas que está llevando a cabo en el territorio una hechicera, algo que decide comprobar personalmente.
En el segundo cuadro de este primer acto, la acción se traslada a la cueva de Ulrica, la hechicera. Allí, mientras Riccardo acecha disfrazado, llega Amelia, quien confiesa ante la bruja su amor prohibido por el gobernador. Para eliminar este sentimiento imposible, Ulrica le recomienda que recoja una hierba especial, que solamente se encuentra bajo el patíbulo donde ahorcan a los condenados.
Conociendo este dato, Riccardo -ya en el segundo acto- acude al mismo lugar al que va a ir Amelia a recoger la hierba recomendada. Ella canta su pesar en su primera aria estelar 'Ma dall'arido stella divulsa'. Riccardo se le presenta y le habla de su amor, al que ella no accede. Los sorprende, sin embargo, Renato, que, sin reconocer aún a su mujer, advierte al gobernador de que sus enemigos políticos se acercan y él huye.
Los conjurados, cuando se encuentran conque Riccardo ha huido, exigen saber la identidad de la mujer, y Renato queda devastado cuando descubre que se trata de Amelia. Ello le lleva a alinearse con los traidores, mientras que, una vez en su casa, amenaza de muerte a su esposa por su infidelidad. Ella lo acepta, pero le pide ver antes a su hijo (con la espectacular y dramática 'Morró, má prima in grazia').
En el último cuadro del tercer acto, se desarrolla el baile de máscaras. Después de que Riccardo ha aceptado que no podrá tener a Amelia, con su aria 'Ma se m'en forza perderti', un auténtico 'tour de force' para los tenores, la acción se desarrolla sin pausa hasta el asesinato de Riccardo por Renato, que, en el último momento, comprende su error.
La Compañía Opera 2001 trae a Logroño, de forma habitual, producciones operísticas que, de otro modo, serían imposibles de ver fuera de grandes ciudades. Con un elenco de artistas internacionales, tanto entre los cantantes como entre la orquesta, presentan en la capital riojana un montaje que ha estado de gira por casi toda España y que, ahora, viajará a varias ciudades francesas.
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