Las obras del colegio ocupado de Yagüe comenzarán en febrero
@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm }
Ricardo Saez es uno de los integrantes de Mojut 16, una asociación que intenta promover el arte y la cultura que nace de la gente de la calle. “Empezamos a crear actividades de música electrónica o hip-hop, sobre todo en la CNT, pero no teníamos la libertad de acción que queríamos y se nos ocurrió ocupar el colegio”.
De eso hace ya unos cinco meses, pero según Ricardo todo comenzó por un papel: “En fiestas de Yagüe queríamos hacer una movida de música electrónica en la escuela y fuimos a pedir un proyector. Nos dieron a rellenar este papel. Para pedir el proyector tenías que ir a La Gota de Leche. De La Gota de Leche tenías que ir a que te lo sellen al ayuntamiento. De ahí otra vez a La Gota de Leche y esperar a que te llegue una carta. Al final qué hicimos, comprar un proyector nosotros. Vista la lentitud, nos preguntamos qué necesidad tenemos nosotros de que nadie nos gestione”.
Entonces pidieron las llaves de la escuela a la Asociación de Vecinos de Yagüe y se hicieron copias. El colegio, tal y como explica Vicente Urquía, portavoz del equipo de gobierno municipal,
estaba cedido a la comunidad autónoma hasta hace un mes para educación. Según Urquía, hasta hace un año ha habido alumnos y se había dejado este tiempo a la asociación de vecinos, pero sin ningún derecho. Es decir, que cuando el consistorio quisiera, se tenían que ir.
“El ayuntamiento tiene la propiedad del inmueble otra vez y nos hemos encontrado que tenemos la asociación de vecinos en una zona y la asociación juvenil en otra. Nos hemos reunido con la asociación de vecinos y hemos pedido que regularicen la situación y que mantengan la actividad tanto la asociación de jóvenes como la asociación de vecinos”, señala Urquía.
Durante estos cinco meses han pasado muchas cosas. Mojut 16 empezó a hacer reuniones y una pequeña normativa interna, pero pronto comenzaron los problemas con la gente del barrio. “El primero con la bandera anarquista, que la pusimos en la ventana. Decían que estábamos aquí durmiendo, que éramos unos punkys y unos radicales. En dos semanas tuvimos 12 denuncias que finalmente no se llevaron a cabo”, apunta Ricardo.
Ante esta situación, buzonearon un comunicado en el que se presentaban como asociación y explicaban que venían con unas ganas muy distintas de entender la vida, el arte y la cultura. “Yo soy de este barrio de toda la vida y a mí se me caía el alma al suelo porque estaba muerto. Nosotros creemos que la cultura tiene que estar en la calle y para la gente de la calle”.
Siguieron los problemas y había padres que no dejaban entrar en la escuela ocupada a sus hijos. “Empezamos a pintar, a hacer actividades y comenzaron a entrar colectivos como los del circo, los de la radio libre y el centro comenzó a cobrar vida. Cada vez tiene una aceptación mejor, aunque aún tenemos algún problemilla con algún vecino”.
Hace unos tres meses que están haciendo talleres en el CSO Absenta. “De talleres tenemos el de malabares, el de break-dance, el de cocina, el de graffitis, el de máscaras de escayola, el ciclo de películas y reportajes de los cuatro elementos de hip-hop, otro de arte urbano (chapas, plantillas con spray...). En los talleres participan de 10 a 15 personas y tenemos actividades programadas hasta Navidad”.
Se autogestionan haciendo conciertos, cobrando a un euro la entrada y lo que ganan en la
barra. También organizan comidas populares que valen 5 euros. Con eso compran los materiales que les hacen falta para los talleres y el mantenimiento del centro, pero hay algo que sigue pagando el consistorio, que es la luz. “No veo contradicción. La paga el ayuntamiento porque para cortarla tiene que declarar el edificio en ruinas. Debería haber edificios específicos hechos por el Estado para que la gente los gestione. Deberían pagar su construcción y su mantenimiento. Yo pago impuestos y con mis impuestos quiero que se paguen estas cosas. El dinero que se invierte en tonterías como La Gota de Leche o La Ciudad Inventada se lo deberían gastar en crear espacios como éste, si es que quieren promover la verdadera cultura”.
También tuvieron algunos problemas con la Asociación de Vecinos. “Nos dijeron que esas no eran formas, que ya lo tenían hablado con el ayuntamiento, como si estuviéramos usurpando el lugar. Nosotros les dijimos que cojan el espacio que les de la gana, pero que lo usen, que nosotros no vamos a dejar un espacio sin utilizar. Espacio que esté abandonado, nosotros vamos a entrar”.
Después mantuvieron reuniones con representantes del consistorio logroñés. “Cuando la asociación de vecinos se enteró de que estábamos con reuniones con el ayuntamiento, se adelantaron y llegaron a un pacto con ellos para poner calefacción, arreglar el tejado, hacer una parte para ancianos... Y estamos totalmente en contra, pero nosotros queremos cooperar con ellos. De hecho, ya hemos hecho la primera cosa conjunta, que ha sido lo de Halloween. Nosotros les vamos a ayudar en todo, pero lo que no vamos a tolerar es que digan que aquí mandan ellos. Yo la autoridad que reconozco es la asamblea Mojut 16”.
Finalmente, parece que el ayuntamiento ha resuelto el problema. Urquía reconoce que es una situación anómala, pero que en tres o cuatro meses la escuela va a estar en obras y que una vez que esté hecho el centro nuevo dejarán una parte a la asociación de vecinos, otra a la tercera edad, otra a la parte juvenil y una pequeña biblioteca, aunque todavía no saben si el edificio lo rehabilitarán o lo demolerán para construir uno nuevo. De hecho, en palabras del concejal y portavoz del equipo de gobierno municipal, antes de que finalice el año se redactará el proyecto para incluirlo en el Fondo de Inversión Local y en el que se invertirá aproximadamente 1.800.000 euros.
Ricardo dice que ójala en su barrio hubiera existido un centro como ese cuando tenía 15 años que le hubiera despertado esa capacidad, facultad o don que tenemos todos y que está destinado a compartirlo con los demás. “Nuestro objetivo es que el ayuntamiento nos deje en paz. Nosotros estamos dispuestos a firmar ante notario que nos hacemos responsables de lo que sea y ese afán de protección de las entidades estatales es una maniobra de control”.
POR AMOR AL ARTE
Mojut 16 tiene otra forma de entender el arte y se adscribe absolutamente a la expresión 'por amor al arte'. “Las cosas se hacen porque quieres hacerlas, no por ganar ningún dinero”, asegura Ricardo y en su opinión, en el momento en el que intervienen las administraciones con subvenciones, te cortan las alas.
“Para callar la boca a los neo-progres destinan dinero a promover algo y lo tienen que gastar, pero su objetivo es tapar la boca, no promover. Por ejemplo, lo de La Ciudad Inventada, que nosotros le llamamos el engaño inventado. Es una verdadera vergüenza el dineral que se gastaron, a quién se lo pagaron y eso no es promover el arte y la cultura de esta ciudad. Si quieres promover el arte y la cultura de la ciudad tiene que ser la gente de aquí la que lo haga”, indica Ricardo.
También se hace preguntas como ¿qué pinta Bigas Luna haciendo un huerto ecológico? Si, según cuenta, tiene su abuelo uno ahí arriba de toda la vida. “El MURAC hizo unos papelitos en los que ponía: 'Pared autorizada para la intervención pública'. Suso 33 fue buscando a quienes pusieron eso, les rompió las plantillas y hasta agredió físicamente a uno de ellos. Pagar a un grafitero con el dinero que sacas a otros grafiteros en multas me parece una vergüenza”.
Según Ricardo, las actividades culturales que se están desarrollando ahora las están haciendo la CNT, Villa-Truño y CSO Absenta. “La cultura no la está promoviendo el ayuntamiento. Queremos demostrar que la verdadera cultura no entiende de capitalismos, que la cultura que se compra y se vende, no es cultura, es negocio. Por ejemplo la gente que expone aquí tiene prohibido vender un cuadro o a las chicas de Bazar Trémulo no les dejamos presentar el fanzine porque se lo había pagado el ayuntamiento”.
0