Las pinturas murales de la Casa de la Inquisición son del siglo XVIII
@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } La Casa de la Inquisición, situada en la calle Barriocepo número 38, es un edificio declarado en ruina desde hace 10 años pero que alberga diversas pinturas murales que pueden ayudar a configurar la historia de Logroño del siglo XVIII, puesto que es la única casa en pie de este siglo.
Se trata de varios hallazgos descubiertos en 2004 que ahora se han podido fechar en 1734 y que ratifican su vinculación con la Santa Inquisición. Un escudo con la espada, que representa la muerte a los herejes y una rama de olivo, que significa la redención a los arrepentidos. Estos dos elementos se encuentran sobre una cruz dominicana, símbolo íntimamente ligado a la Inquisición.
Aunque no se sabe con seguridad todavía, este escudo se cree que puede datar de 1734, como el resto de pinturas murales encontradas en la bóveda del edificio. Los motivos florales que se encuentran a su alrededor, sí que se han podido fechar en esa época, puesto que ha aparecido dicha fecha. Se trata de claveles, que simbolizan los clavos de cristo y algunos tulipanes, que representan una alta posición social.
Dada la importancia y la abundancia de estas pinturas se procederá al sistema de arranque para su conservación, en vez de restaurar la bóveda y luego reconstruir dichos murales con los mismos materiales y técnica. El sistema de arranque, que es la primera vez que se utiliza en la capital riojana, consiste en extraer las pinturas en un soporte para restaurar la bóveda y cuanto ésta esté lista volver a implantar dichos murales.
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