Se hace camino al andar en la Vía Verde de El Cortijo

El alcalde de Logroño, Tomás Santos, acompañado por el presidente de Adif, Antonio González, la directora del Programa Vías Verdes, Carmen Aycart Luengo, han inaugurado esta mañana la Vía Verde de El Cortijo. Al acto también ha acudido el delegado del Gobierno, José Antonio Ulecia, la edil responsable de Medio Ambiente, Concha Arribas y varios miembros del Equipo de Gobierno.

Acondicionar este antiguo trazado de la línea de ferrocarril Castejón–Bilbao en un lugar de ocio al aire libre, ha supuesto medio año de trabajo y una inversión de 185.429 euros financiados por el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL). Las obras comenzaron en el mes de abril y finalizan a tiempo para el disfrute de todos en pleno mes de la vendimia riojana. En un emplazamiento único, con un entorno natural rodeado de viñedos y del río Ebro, la Vía Verde de El Cortijo está desde hoy preparada para ser recorrida a pie o en bicicleta.

La concejala de Medio Ambiente, Concepción Arribas, ha agradecido la labor realizada a los funcionarios técnicos del Ayuntamiento de Logroño “que han llevado adelante una actuación eficiente, respetando el origen del trazado”. Según ha explicado “con esta obra se recupera una zona para todos”. No es un proyecto aislado, puesto que se enmarca en la labor que el Consistorio está realizando con el río Ebro como eje vertebrador de la ciudad. “Desde hoy El Cortijo ofrece una oferta de ocio sostenible, saludable y respetuosa con el entorno, integrada en un paisaje de la ciudad de Logroño” ha destacado.

Además de este compromiso con la naturaleza, la 'Vía Verde' es una marca de calidad registrada por la Fundación de Ferrocarriles Españoles, y la directora del Programa Vías Verdes, Carmen Aycart Luengo, ha destacado que en la actualidad ya se han convertido 1.800 kilómetros por toda la península Ibérica “creando 80 Vías Verdes, desde hoy 81 con El Cortijo”. El concepto de 'Vía Verde' va más allá del acondicionamiento del trazado ferroviario, también se rehabilitan antiguas estaciones o se realizan actividades complementarias que en definitiva contribuyen a la creación de empleo con planes de desarrollo local y turismo activo. Según ha destacado Aycart “son proyectos muy vivos para que los aprovechen los ciudadanos”.

Por su parte, el presidente de Adif, Antonio González, ha destacado que el proyecto supone “un nuevo capítulo en la vida del barrio de El Cortijo”. Para González, la obra supone “un récord” por rápida ejecución y resultado final. También ha recordado que Adif ha colaborado con la conversión de más de 907 kilómetros de trazados ferroviarios desde 1993, apostando también por proyectos vinculados con el medio ambiente que supusieron una inversión en el año 2009 326 millones de euros.

Y el alcalde de Logroño, Tomás Santos, como no podía ser de otra manera ha manifestado su agradecimiento a todos los colaboradores en este proyecto, a los vecinos de la carretera de El Cortijo y en especial a su compañera de equipo, Concha Arribas, por su labor y compromiso en este prpuecto. Santos ha parafraseado el popular poema de Antonio Machado 'caminante no hay camino se hace camino al andar' y ha recordado otro proyectos en marcha como el embarcadero del Ebro, o ya finalizados como el mirado de El Cortijo. Según el alcalde de Logroño “ésta no es ni la primera ni la última obra” pero si “el primer tramo de Vía Verde de Logroño”.

UNA VÍA DE AYER PREPARADA PARA HOY

El proyecto, financiados por el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), tenía un presupuesto inicial de 200.000 euros, pero se han adjudicado finalmente por 185.429 euros a la empresa Edansa, lo que ha supuesto una baja del 7,28 por ciento.

La nueva vía, con una longitud de tres kilómetros y una anchura de 3,5 metros, tiene cuatro accesos principales -uno peatonal y de vehículos en el puente 'El Hornillo y otros tres peatonales- y cuenta además con dos aparcamientos, dos miradores y una zona estancial, próxima a las balsas.

Los terrenos pertenecen a el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que los cede al Ayuntamiento de Logroño a cambio del pago de un canon anual de 3.200 euros, que la empresa ferroviaria se ha comprometido a reinvertir en 3.000 plantaciones en el entorno para este otoño.