Un reglamento para el autobús urbano hecho entre todos
El concejal del Partido Riojano (PR+) en el Ayuntamiento de Logroño, Rubén Antoñanzas, ha pedido la aportación ciudadana para crear un reglamento de uso del transporte urbano en la ciudad. Las propuestas, ha apuntado, podrán presentarse por correo electrónico o por correo postal a la sede del Grupo Municipal hasta el 20 de marzo. Antoñanzas ha justificado su iniciativa “ante la ausencia de una normativa oficial al respecto. Existe un vacío legal en este tema, y, si se hace un reglamento para el buen uso del transporte urbano, sería positivo tanto para los usuarios, como para la empresa concesionaria y hasta para los propios conductores”.
Antoñanzas quiere que “sean los logroñeses los que opinen para elaborar un reglamento de uso del autobús urbano que cuente con la participación activa de los vecinos de la capital riojana” y, por ello, ha señalado que quiere poner en marcha “un proceso abierto en el que puedan participar todos los ciudadanos para llevar a cabo una normativa que dé respuesta al vacío legal que actualmente existe”.
“Queremos escuchar a los ciudadanos para construir un Logroño mejor”, ha manifestado Antoñanzas, quien ha animado a aquellos logroñeses que lo deseen “a que nos envíen sus propuestas e iniciativas para llevar a cabo unas normas de uso del autobús en Logroño”.
Las ideas, para las que se pide identificación, serán recogidas, hasta el próximo 20 de marzo, en la dirección de correo electrónico partidoriojano@logro-o.org o en la dirección postal Grupo Municipal Partido Riojano, Avda. De la Paz, 11 de Logroño.
El Partido Riojano plantea que “se desarrolle una normativa oficial que recopile las propuestas de los vecinos, unas normas que faciliten el empleo de este medio para los ciudadanos y establezcan unos preceptos claros sobre la actividad del autobús urbano en la capital riojana”.
Antoñanzas pretende “mejorar e innovar el trasporte urbano en la ciudad e impulsar un Logroño más sostenible, donde cada vez más los ciudadanos confíen en los beneficios del uso de transportes alternativos al vehículo propio”.
Para ello, ha apuntado el edil, “es importante contar con unas normas claras que eviten conflictos a los usuarios a la hora de utilizar el autobús urbano, de manera que el uso del transporte urbano en la ciudad no dependa del criterio personal del conductor, sino que esté reglamentado de manera pública y oficial”.
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La normativa sobre el uso del transporte público en Logroño deberá recopilar, a juicio del concejal regionalista, “aspectos clave para facilitar su uso a los ciudadanos, como son las tarifas y el modo de pago (por ejemplo, si se permite o no pagar con determinados billetes de cuantía elevada), y también los itinerarios y las paradas”.
Igualmente, ha planteado propuestas sobre los vehículos, su seguridad y el medio ambiente, con aspectos como “los autobuses para la prestación del servicio deberán estar homologados, cumplir de forma rigurosa las revisiones y el mantenimiento reglamentarios, cuidar que las emisiones contaminantes y sonoras sean siempre inferiores a los límites permitidos”.
También ha incluido las obligaciones y prerrogativas del conductor . “Respecto a las prerrogativas, el conductor estará facultado para prohibir el acceso al autobús y solicitar el descenso de él a a aquellos pasajeros que incumplan el reglamento. Por otro lado, por ejemplo, el conductor deberá efectuar las paradas aproximando el vehículo a las aceras, prestando siempre la máxima atención a las necesidades de los usuarios en el acceso y descenso, etc.”, ha detallado.
También se plantearán aspectos sobre los derechos y deberes de los usuarios, como “situarse en el interior de los autobuses de forma que se facilite el paso del resto de pasajeros, respetar los asientos destinados a personas con movilidad reducida, con bebés, ancianos y mujeres embarazadas, etc.”.
En cuanto a las prohibiciones, Antoñanzas ha citado temas como “establecer si se puede o no acceder al autobús con bultos y equipajes, monopatines, carritos de compra; determinar, por ejemplo, cuántas sillas de niños se permiten, si se prohíbe o no el acceso al vehículo de viajeros acompañados de cualesquiera animales, salvo excepciones previstas como las personas invidentes; que quede prohibido fumar, comer o beber en el interior de los vehículos, etc.”.
A ello ha sumado “especialidades o excepciones al régimen general, por ejemplo, que queden excluidos de la obligación del pago del trayecto aquellos niños menores de 10 años de edad que viajen en compañía de un adulto”.
Y, por último, se ha referido a aspectos generales, “como, por ejemplo, que no esté permitida la venta ambulante a bordo de los autobuses o la mendicidad, las colectas, o la distribución de propaganda, que los bienes que los viajeros porten consigo durante los trayectos viajan bajo su exclusiva guardia y custodia sin que pueda imputarse a la empresa que realiza el servicio responsabilidad alguna por su pérdida, sustracción o deterioro, establecer dónde serán depositados o se pueden reclamar los objetos perdidos que se encuentren en los autobuses”.
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