Los atentados de Moscú y Daguestán podrían ser obra del mismo grupo
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, ha afirmado que el mismo grupo podría ser responsable de los atentados con bomba perpetrados por terroristas suicidas este lunes en el metro de Moscú y este miércoles en la república de Daguestán, en el Cáucaso Norte.
“No descarto que sea un mismo grupo”, dijo el mandatario durante una reunión gubernamental. El primer ministro ya ha ordenado que los familiares de las personas fallecidas o heridas en los ataques de esta mañana, que por ahora se han saldado con al menos doce muertos y 29 personas heridas, reciban la misma ayuda económica que los familiares de las víctimas de los dos atentados de Moscú.
Además, Putin ha ordenado al ministro del Interior, Rashid Nurgaliyev, que refuerce las unidades policiales en el Cáucaso Norte, según informa la agencia de noticias RIA Novosti. El ministro ha dicho en este sentido que va a incrementar la seguridad en lugares de importancia estratégica y en zonas especialmente concurridas de Daguestán.
Por su parte, el presidente de esa república, Magomedsalam Magomedov, aseguró que todos estos ataques son “eslabones de una misma cadena”. “Esta gente no quiere la paz, quiere la guerra”, aseveró el político a su llegada al lugar donde se produjeron las explosiones esta mañana, en la localidad de Kizlyar, cerca de la frontera con la república de Chechenia.
Éstas no han sido las únicas personalidades políticas que se han pronunciado tras el nuevo ataque terrorista en Rusia. El presidente del país, Dimitri Medvedev, advirtió de que “el objetivo de los terroristas es desestabilizar la situación del país, destruir la sociedad civil y provocar miedo y pánico entre la población”. “No lo permitiremos”, subrayó Medvedev, que añadió que “todos los criminales”, serán “encontrados y eliminados”.
La primera explosión en Kizlyar se produjo a las 8.45, hora de Moscú (6.45, hora peninsular española), cuando un terrorista suicida hizo estallar un coche bomba a unos 300 metros de los edificios del Ministerio del Interior, del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y de un colegio. La explosión, con una fuerza equivalente a 200 kilos de TNT, mató a dos policías y dejó heridos a varios transeúntes.
Veinte minutos más tarde tuvo lugar una segunda explosión, cuando otro terrorista vestido con un uniforme de policía se inmoló junto a quienes se habían desplazado al lugar de los hechos para investigar lo sucedido. El suicida, identificado por el ministerio del Interior como Daud Jabrailov, de Kizlyar, llevaba sujetos a su cuerpo 1,5 kilos de TNT. En este atentado fallecieron nueve policías, incluido el jefe de la Policía local, Vitali Vedernikov.
Barajan varias posibilidades
Los atentados de Daguestán se han producido dos días después de que dos mujeres suicidas detonaran sus explosivos en dos estaciones del metro de Moscú, Lubianka y Park Kulturi, en hora punta de la mañana con 40 minutos de diferencia. A causa de estos ataques, murieron 39 personas y varias decenas permanecen heridas.
El jefe del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, se ha negado a descartar la implicación de georgianos en los atentados de Moscú. A raíz de estas declaraciones, el secretario de Estado para la Reintegración, Temur Yakobashvili, expresó este miércoles la disposición de las autoridades de Georgia a cooperar con Rusia en la investigación de los hechos.
“Por nuestra parte, ofreceremos todo el apoyo posible en la investigación. Si hay algo que apunte a Georgia, que vengan y nos lo digan. Estamos dispuestos a cooperar”, afirmaba Yakobashvili en una entrevista con el canal de televisión Rustavi-2.
Los investigadores sospechan que estos ataques han sido perpetrados por terroristas del Cáucaso Norte, una región donde las autoridades rusas luchan desde hace casi dos décadas contra los milicianos, incluyéndose en este período dos guerras contra separatistas chechenos.
Por otro lado, algunos analistas han sugerido que los atentados del lunes constituyen una venganza por la reciente operación policial que acabó con la vida de más de 20 combatientes islamistas. Entre ellos se encontraba Alexander Tijomirov, conocido como Said Buryatski, uno de los denominados “señores de la guerra” del Cáucaso Norte.
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