Los dos lados del túnel político
La apertura del Túnel de Piqueras no ha sido, ni con mucho, un acto de inauguración al uso. Entre otras cosas porque el acto de inauguración, como tal, tampoco ha existido. Pero más allá del boato o no dado al evento, lo cierto es que el estreno de la tan esperada infraestructura ha escenificado, como en pocas ocasiones, cómo la política a veces se parece más a un juego de niños que a una labor esforzada por el servicio ciudadano.
Juzguen, de lo contrario, lo sucedido este viernes. Tal cual han sido los hechos; tal cual los medios de comunicación los han sufrido.
Nueve y media de la mañana. La Delegación de Gobierno en La Rioja organiza una salida desde Logroño, en autobús contratado a tal efecto, para que periodistas y reporteros gráficos asistan al acto de apertura del Túnel de Piqueras, convocado a las once de la mañana en la boca soriana de la infraestructura.
Diez y media de la mañana. El Gobierno de La Rioja fleta, a su vez, otro autocar que, desde el Palacete de Vara de Rey, se dirigirá a idéntico destino, pero diferente salida: la boca riojana del túnel. El objetivo: trasladar a los medios de comunicación que así lo deseen, no a la inauguración, a la que el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, no asiste, sino a la comparecencia de éste tres cuartos de hora después del acto convocado por la Delegación de Gobierno en La Rioja para valorar la puesta en marcha del tan ansiado paso.
Once de la mañana. Los medios, en su mayoría, optan por tomar vehículo propio para asegurarse la cobertura de los dos hechos informativos sin tener que duplicar efectivos para poder hacerlo. Así las cosas, entre las diez y media y once menos cuarto de la mañana, aproximadamente uno a uno los vehículos de periodistas y reporteros gráficos de La Rioja van llegando a Lumbreras.
El primer contratiempo llega allí, en la boca riojana del Túnel. A falta de un cuarto de hora del acto, los guardas que lo custodian niegan la entrada al mismo, por lo que, para llegar a la boca riojana, donde las autoridades ya esperan, los medios de comunicación se ven obligados a sortear las curvas del Puerto de Piqueras. Qué mejor manera -podrían pensar- que circular por él para valorar mejor, media hora después y por fin, la 'recta' circulación por el nuevo túnel.
Así sucede. Terminado el breve acto, dos autobuses, también fletados por las Delegaciones de Gobierno en La Rioja y en Soria, se encaminan a cruzar -dirección Soria-Logroño- el túnel, periodistas, fotógrafos y cámaras a bordo. Detrás, les siguen otros cuantos vehículos de medios de comunicación que, sin embargo, ven como, apenas recorridos veinte metros del túnel, han de detener su marcha -lenta, muy lenta, de por sí- para dejar que las autoridades se hagan la foto de rigor en el interior del paso.
El resultado: diez minutos de retraso, aproximadamente, con respecto a la convocatoria de las doce menos cuarto: la del lado riojano, el sitio donde ya aguarda la comitiva del Ejecutivo riojano. Pedro Sanz, Consejo de Gobierno de La Rioja casi en pleno, presidente de la Diputación de Soria y alcaldes de localidades vecinas hacen caminar a la prensa hasta un montículo cercano desde el que dan su otra versión de lo allí acontecido para después tomar de nuevo los coches para estrenar, por su cuenta, el Túnel de Piqueras en una ida y vuelta sin parada para saludar a los del otro lado.
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