Los imprescindibles del coche que hay que revisar antes de salir de viaje
El 1 de agosto está a la vuelta de la esquina. Llega el mes de las vacaciones por excelencia en el que muchos riojanos pondrán rumbo a su merecido descanso. Y para evitar cualquier disgusto durante el viaje, los expertos recuerdan que hay seis dispositivos del coche que hay que comprobar antes de ponerse en carretera.
Y es que las cifras están ahí. Un 60% de los accidentes que se producen por un fallo mecánico se deben al desgaste de los neumáticos razón por la que la Confederación Nacional de Autoescuelas recomienda revisar, entre otros, los elementos de seguridad pasiva como el cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil o el airbag.
Antes de emprender el viaje conviene revistar el nivel de aceite. Revisión que hay que realizar con el motor frío y en terreno llano y horizontal. Si está por debajo del mínimo, no se debe comenzar el viaje, sino añadir aceite y acudir a un taller para localizar la causa de la pérdida. Además, es conveniente sustituir periódicamente el aceite según indique el fabricante:
- Mineral: 5.000 – 7.500 km.
- Semisintético: 8.000 – 12.000 km.
- Sintético: 20.000 – 30.000 km.
Y si importante es el nivel de aceite, también lo es el líquido refrigerante. Si es necesario reponerlo, el motor debe estar completamente frío y bajo ningún concepto añadiremos agua del grifo, sino líquido refrigerante, que habrá que sustituir cada 2 o 3 años.
Fundamental es también que los dispositivos de alumbrado funcionen correctamente, sobre todo, las luces de cruce que deben estar lo más altas posible, pero sin deslumbrar al resto de los usuarios. Conviene recordar que, de noche, se debe circular a una velocidad que permita detenerse dentro de la zona iluminada. Existen lámparas halógenas que mejoran la visibilidad con respecto a las luces estándar.
Y, antes de emprender cualquier viaje, también hay que revisar el líquido de frenos. Salvo causa de fuerza mayor, no hay que abrir el depósito para proceder a esta comprobación, pues cada vez que se hace el líquido absorbe humedad y pierde cualidades. Si se advierte que el nivel está por debajo del mínimo, lo indicado es llamar o avisar a una grúa y acudir a un taller. El líquido de frenos debe sustituirse también cada 2 o 3 años.
En cuanto al filtro del aire, si está sucio, no permite una aspiración correcta del aire de la calle y produce una combustión incompleta o deficiente. Esto se traduce en menos potencia, más humo negro, más contaminación y problemas con el catalizador, la válvula EGR, etc. Conviene sustituirlo cada 10.000-12.000 km, salvo que se circule por ciudades con mucha polución o caminos de tierra, en cuyo caso es preferible hacerlo antes.
También es conveniente comprobar la presión de los neumáticos. Ésta hay que hacerla en frío, cada 15 o 30 días. Un neumático bajo de presión se sobrecalienta y puede llegar a reventar. Hay que comprobar también que los surcos de la banda de rodadura tengan, como mínimo, 1,6 mm de profundidad. De lo contrario, el agarre será más débil y el aquaplaning (que propiciarán los aguaceros estivales) aparecerá antes. No conviene olvidar que un 60% de los accidentes que se producen por un fallo mecánico se deben al desgaste de los neumáticos.
Y, por último, la Confederación Nacional de Autoescuelas recomienda también revisar, entre otros, los elementos de seguridad pasiva, como el cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil o el airbag.
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