Los padres que secuestraron a su hija se escondieron en casa de un conocido delincuente de Nalda
La Guardia Civil en La Rioja ha detenido a los padres de una menor de cuatro años como presuntos autores de un delito de sustracción de menores. Ambos progenitores de 24 y 26 años poseen un amplio historial por diferente tipología delictiva.
A la madre, en el momento de su detención, le constaban diversas requisitorias dictadas por diferentes juzgados de Baracaldo -Vizcaya-. Tras ser puesta a disposición de la autoridad judicial, se decretó su ingreso en prisión. El padre quedó en libertad provisional con medidas cautelares: comparecencia semanal en el juzgado y orden de alejamiento respecto a su hija y guardadora legal.
La actuación se llevó a cabo días atrás, tras una alerta emitida por la Policía Autónoma Vasca -Ertzaintza-, en la que informaban de la sustracción de niña de cuatro años por parte de sus progenitores, teniendo concedida la guarda y custodia la abuela paterna, sospechando que pudieran hallarse escondidos en alguna localidad riojana.
De manera inmediata se puso en marcha el protocolo de búsqueda de la menor y de los padres. La información recopilada por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil en La Rioja permitió obtener “indicios claros y objetivos” de que la menor y sus padres estarían ocultándose en la vivienda de un conocido delincuente asentado en la localidad de Nalda -La Rioja-, por lo que unidades del servicio de seguridad ciudadana del puesto de Nalda se trasladaron al lugar y procedieron al acordonamiento de la zona de actuación.
Un negociador de la Guardia Civil consiguió establecer una relación de confianza con los padres de la menor. Tras una tensa espera logró que depusieran su actitud y se entregaran sin ofrecer más resistencia ni lamentar daños personales.
Una vez asegurada la menor, se procedió a la detención de ambos progenitores y su traslado a dependencias de la Guardia Civil en Logroño para la instrucción de las diligencias y su puesta a disposición de la autoridad judicial. La menor, que se encuentra en buen estado de salud, ha sido entregada a la persona responsable de su guarda y custodia.
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