Los socialistas dejaron en Ezcaray una deuda de casi cuatro millones de euros

El alcalde de Ezcaray, Diego Bengoa, ha comparecido para denunciar el déficit que el anterior ejecutivo local dejó en las arcas municipales al finalizar la legislatura, y que según los populares ascendería a 3.795.859,86 €. Estas cantidades se corresponderían con 1.661.487,44 € en concepto de facturas pendientes de 2008 (principalmente de basuras) y de 2.134.372,42€ en concepto de inversiones pendientes de pago (procedentes mayoritariamente de las obras de rehabilitación del Edificio de la Real Fábrica que se destinará a teatro y que está cofinanciado por el Gobierno de España).

Entre los impagos que se han producido “han dejado sin pagar los trajes y muchos instrumentos de la Banda Municipal de Música, se le debe mucho dinero a la empresa de basuras... y hasta las flores que entregaron a la Duquesa de Alba en el homenaje que le hicieron en Ezcaray están sin pagar”.

De estos casi 4 millones, el PP reconoce que cuando el ayuntamiento abone su parte del coste del teatro, el Ministerio de Fomento les debe abonar 1.050.000 € en concepto de la cofinanciación del año 2011. En cuanto al presupuesto municipal, el déficit en 2010 supone -565.316,36 €; mientras que se estima que en 2011 sea de 1.158.469,52 €, debido según Bengoa a que “se inventaron un presupuesto deficitario con un descuadre de 1 millón de euros”.

La deuda real, según ha reconocido el Secretario General del PP riojano, es algo menor, ya que descontando lo que se ha de pagar Fomento, la deuda se quedaría en 2.745.859,86 €. Carlos Cuevas ha manifestado que el PP “ha recibido una herencia envenenada” y se ha mostrado contrario a la realización de obras como la del teatro en la que aunque “hay un beneficio social, no hay beneficios económicos”. Para Cuevas “priorizar esta obra” es “un ejemplo más del desastre de la gestión socialista”.

Cuevas ha enaltecido, también, las políticas populares y su “compromiso de sacar adelante esta situación” y añadido que alcaldes de localidades mayores como el de Calahorra “se escandalizaban al saber esto, porque nunca han tenido déficit”.