Más ayuda para Asia Pacífico
Ante las terribles consecuencias de dos tifones, un tsunami y dos terremotos toda la ayuda es poca. La situación que viven las personas de Vietnam, Filipinas, Indonesia y Samoa Americana es de lo más trágica. Sin casas, sin alimentos y buscando a los familiares que han desaparecido por un terrible golpe de la naturaleza.
Pero esta realidad es especialmente trágica en el caso de los niños. Ayudar a los más pequeños es el motivo que ha llevado a la organización Save the Children a enviar un grupo de personal especializado a la región de Asia Pacífico para ayudar a las familias afectadas.
El director de esta organización humanitaria, Alberto Soteres, ha afirmado que “responder a las necesidades de los niños y niñas en una emergencia es una de nuestras prioridades y ya estamos proporcionando ayuda a miles de familias en Indonesia, Filipinas, Vietnam y la Samoa Americana”.
“Hemos movilizado a nuestro personal en cada uno de estos países y nuestros equipos han estado entre los primeros que han comenzado la distribución de suministros de emergencia entre los niños y niñas más afectados por los desastres naturales. Estamos empleando al máximo nuestros recursos para poder dar respuesta a los niños y niñas más vulnerables”, ha declarado.
En Indonesia, Save the Children está enviando artículos de primera necesidad para los miles de niños afectados y sus familias de Pariaman, el área más afectada. Las personas heridas que permanecen en los refugios de emergencia necesitan “urgentemente” agua para beber y cocinar, refugio y suministros de higiene.
“Cada día de esta semana desplazaremos cinco camiones con suministros al distrito de Pariaman con el fin de distribuir suministros para refugiarse y artículos sanitarios y de salud a más de 165.000 personas, de las cuáles 90.000 son niños y niñas”, ha explicado el director de esta organización en Indonesia, Mark Fritzler.
Por su parte, el gobierno indonesio está “especialmente preocupado” por restablecer la educación de los niños, y los equipos de Save the Children están preparándose para establecer 95 escuelas temporales y espacios de juego seguro en los centros de evacuación. Estos lugares ofrecerán a los niños un lugar “seguro” donde pueden recibir apoyo y continuar con sus estudios.
Filipinas ha sufrido en pocos días dos fuertes fenómenos naturales: el tifón Parma que provocó ráfagas de viento de hasta 389 kilómetros por hora azotando la franja norte, y la tormenta tropical Ketsana.
Parma y Ketsana dejaron interrumpidas las líneas de eléctricas y telefónicas de Filipinas y las principales carreteras quedaron cortadas por el barro, el agua y los árboles caídos. Miles de personas han tenido que abandonar sus hogares y se encuentran hacinados en centros de evacuación, donde la falta de agua y de condiciones de higiene aceptables amenazan con provocar la propagación de enfermedades.
Para la directora de Save the Children en el país, Latha Caleb, “el mayor reto que tenemos ahora mismo tiene que ver con las condiciones de higiene y la falta de agua en los centros de evacuación”, ya que “los niños están empezando a manifestar fiebre y a desarrollar catarro y diarreas. Además existe una fuerte escasez de comida”.
Ketsana también ha dejado varias víctimas a su paso por Vietnam, donde los equipos de emergencia de Save the Children siguen tratando de llegar a través del barro y las carreteras inundadas a los niños y sus familias cuyas aldeas han resultado devastadas. Las zonas montañosas del centro del país han sido las más afectadas y cientos de miles de familias se han quedado sin hogar, sin electricidad, agua potable y con comida para apenas unos días.
“Sabemos que cuanto más nos cueste llegar a las personas afectadas, peor será su situación y mayores sus necesidades”
, ha señalado el responsable de la organización en Vietnam, Nick Finney, quien ha recordado que “todavía” están tratando de distribuir agua y comida en las zonas “más remotas”, donde los niños “todavía están esperando recibir ayuda”.
Por su parte, Samoa Americana ha tenido que hacer frente a un devastador terremoto y a un tsunami que ha dejado a más de 1.500 personas sin hogar.
Allí, la organización se está coordinando con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias y la Cruz Roja para hacer frente a las “urgentes necesidades” de los niños y sus familias afectados por el desastre.
“Cientos de hogares han sido destruidos y las familias se están preparando para trasladarse a los refugios temporales”, ha declarado el especialista de Save the Children en Protección Infantil en la Samoa Americana, Josh Madfis. “El agua todavía no es potable y las familias que se encuentran en los refugios necesitan urgentemente artículos para los bebés, entre ellos pañales y cunas”, ha señalado.
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