Medio Ambiente responde
La secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino [MARM], Teresa Ribera, ha celebrado la “magnífica iniciativa” emprendida por cadenas de supermercados de retirar las bolsas de un solo uso porque “va en la dirección de inducir un cambio cultural en los consumidores, entendiendo que hay determinados comportamientos aparentemente inocuos que generan un impacto importante”.
Ribera ha destacado que “en sí misma la iniciativa tiene un mérito ambiental indudable” de la que “nadie puede pensar que tiene un afán no honesto” porque, a su juicio, todo empresario pretende reducir costes. En este caso, señaló que se produce una identificación de ahorro que además ayuda a ser “más congruentes y responsables en los consumos ambientales”.
Recordó que el Ejecutivo lleva más de dos años trabajando con productores y distribuidores de bolsas de plástico, con consumidores y ONG, intentando “facilitar un consenso” sobre el calendario de retirada progresiva y su sustitución por bolsas reutilizables y de otros materiales con fórmulas “muy flexibles”.
Así, la secretaria de Estado explicó que este proceso se orienta al compromiso de reducción del 50 por ciento de las bolsas de plástico a partir de 2009 y de tener en vigor en 2010 una normativa mediante la modificación de la ley de envases y de la ley de residuos. “Aprovecharemos la transposición de la directiva marco de la Unión Europea, por la que habrá que introducir unos cambios en nuestra normativa para la progresiva retirada de las bolsas de plástico”, concretó.
“Hay un compromiso firme del Gobierno porque el objetivo temporal y cuantitativo está muy claro. Se trata de facilitar la fase de transición en la que cada uno vaya incorporando voluntariamente lo que luego será una normativa obligatoria”, detalló Ribera al tiempo que se congratuló porque “gigantes de la distribución se animen a dar un paso muy grande por sí solos”.
La secretaria de Estado también se refirió a la prohibición desde el 1 de septiembre de producir bombillas incandescentes en la Unión Europea. En su opinión, se trata de una “medida extraordinariamente valiosa” y que supone un “cambio importante” para avanzar en objetivos como la protección del clima y un uso “mucho más eficiente” de los consumos energéticos.
Teresa Ribera explicó que el desembolso inicial de las bombillas no incandescentes o de bajo consumo es “más costoso” pero incidió en que “el enfoque debe ser” el de computar el coste por unidad con el tiempo de amortización y en la factura de la luz durante toda la vida de esa bombilla. En ese caso, dijo que “resulta un ahorro importante”
“Creo que es una iniciativa congruente, esperada y necesaria para poder manejarnos en el horizonte de reducción de emisiones y consumos energéticos los objetivos de reducción a 2020 y 2050 que serán la seña de identidad de la Unión Europea”, concluyó.
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