Merecer no es sinónimo de ganar

Merecer no es sinónimo de ganar

Rioja2

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La Unión Deportiva Logroñés siempre esta en disposición de que se le deba algo por lo que desarrolla sobre el terreno de juego. La sensación dejada en estas 18 jornadas es que es un equipo que podía llevar más puntos de los 26 que acumula. Pero la realidad es otra. La verdad es que el tren de la fase de ascenso se escapa, aún hay tiempo para rectificar, todo pasa por sumar de tres en tres. La ilusión se desvanece. Una semana la euforia invita al optimismo y unos días después llegó el croché para romper en añicos los sueños perfilados. Porque son ya varias las citas en las que los aficionados blanquirrojos se van del campo con cara de tonto. Que casi medio millar de aficionados se acerquen hasta Tafalla es para pensar que la respuesta dada no es la misma.

El caso es que se generan ocasiones, unas cuantas. Da igual porque se fallan. Vaya, que estamos a vueltas con el famoso '9'. El rey de espadas que rompa, de una vez, la baraja. De todas formas, se vuelven a crear oportunidades, se marca el gol a un cuarto de hora para el final, Rayco lo tuvo que hacer a la segunda porque Calvo -un auténtico valladar- le sacó la primera. Es decir, que se entra en la recta final del encuentro con los deberes casi hechos. Faltaba el último vistazo. El que sirve para dormir tranquilo antes de ir a clase. Aun con todo, se hace todo lo posible por bajar el ritmo, por asegurar el triunfo dando aire fresco a la medular. Sin embargo, llega el tiempo de añadido, el minuto 93, y Úriz da vida a la Peña Sport para sumar un punto de oro para los navarros.

Nada nuevo. No debería extrañar que la falta de contundencia defensiva está lastrando demasiado. Que la falta de concentración en momentos puntuales está echando al traste la temporada. Parece que la culpa es de los que defienden, pero en ataque también se está perdonando. Y eso quema, merma la confianza del rematador, del que asiste, del que la pone en el piso y del aficionado que se desplaza hasta el San Francisco. Además, la solución ya no pasa por ganar el próximo partido. Eso ya se ha dicho otras veces. Tampoco por confirmar lo bien que se entrena y alabar la actitud del grupo de trabajo. Esto es una cuestión de asumir responsabilidades, de liderazgo, de dar un paso al frente, de no quedarse en la barrera y de escudarse en otras cuestiones. La media de puntos no da para estar entre los cuatro primeros. Pura matemática. El único remedio posible pasa por ganar al Izarra el próximo domingo, dar por finiquitada la primera vuelta y asomarse al mercado por si se pudiera reajustar la descompensada plantilla. Para tener a algunos futbolistas, caso de Cifu o Borja Gómez, por nombrar a dos que son asiduos a quedarse fuera de las citaciones, casi es mejor mirar hacia abajo o buscar alternativas.

CAMBIOS EN EL ONCE

Sergio Rodríguez, en su línea habitual, volvió a introducir novedades en el once. Con Iván Aguilar en Logroño por enfermedad, se intuía que Marcos André regresaría a los elegidos. Así fue. Rayco, recuperado tras su ausencia muscular del domingo pasado, era de la partida en detrimento de Muneta. La principal sorpresa fue la presencia de Sotillos, un fijo en los tres últimos desplazamientos como lateral diestro: Gernika, Sporting B y Peña Sport. El que se quedaba en el banquillo era Paredes, una muestra de que el madrileño no atraviesa por su mejor momento como blanquirrojo.

Arrancaba el choque con cierto respeto de ambos conjuntos, sobre todo, por hacer con el esférico. Como era más que previsible, no le costó mucho al cuadro riojano pasar a dominar la situación. De esta manera, en apenas diez minutos ya había gozado de dos remates con idéntico protagonista: Rayco. Las dos, además, llegaron de diferente asistente y costado. Ñoño centró por la izquierda para la aparición del canario en el segundo palo provocando un córner. Sotillos la puso rasa para que Rayco, en el primer palo, enviara al lateral de la red.

Dos acciones que intimidaban a una Peña Sport que venía de sumar 10 de los últimos 12 puntos en juego. Sin miedos, los navarros aceptaron el rol de dominador. Lo hicieron con orden y tratando de evitar que la pelota rondara su área. Podían intuir que cuando su contrincante tiene el cuero lo mejor pasa por esperar, no dejar espacios y confiar en que lo blanquirrojos no anden lúcidos ni incisivos a partir de los tres cuartos de campo. Por su parte, la UDL quería marcar pronto. No quería que le sucediera lo que en otras citas, como por ejemplo en su última salida a Mareo donde tras desperdiciar tres buenas oportunidades al comienzo regresó a la capital riojana de vacío por un despiste.

Por eso, los riojanos buscaban cercar a Calvo. Pero, como de costumbre, no había manera humana de tirar entre los tres palos. Quizá por la ausencia de ocasiones y por la intensa lluvia que empezó a caer mediado el primer tiempo, el caso es que la Peña Sport hasta dispuso de un saque de esquina para liberarse. Eneko la puso y Urdiroz remató alto. Un aviso de por dónde podía generar dudas la UDL ante el colista del grupo. A partir de ese momento, como que los de Sergio Rodríguez cambiaron de idea ante la aparente alegría de los locales. De ahí que el choque se volviera un poco más alocado, con idas y venidas que aceleraron el ritmo pero no el marcador.

Aun así, en ese rato, Ñoño se sacó un centrochut que detuvo Calvo y la UDL forzó una contra que no pudieron culminar ni Marcos André ni Rayco. Es más el canario incluso marcó aunque el tanto no tuvo efecto por su posición en fuera de juego. Momento de protestas que continuaron en la siguiente jugada cuando Endika, siendo el último defensor, cometía falta sobre Marcos André que se iba en dirección a portería. Situaciones que no se entrometieron en las intenciones de los visitantes que volvieron a percutir con un tiro del delantero brasileño que golpeó en un defensor para que la pelota se marchara a córner. Precisamente, una acción a balón parado en la que tanto Marcos Andé y César Remón se molestaba a la hora de rematar lo que pudo haber sido una gran oportunidad para cerrar el primer tiempo con ventaja en el electrónico. Claro que Eneko también pudo desequilibrar la contienda en un córner para los de Tafalla.

LOS GOLES, AL FINAL

El paso por los vestuarios no varió la dinámica positiva de los logroñeses. Ñoño la puso de lujo en una falta lateral y Ramiro cabeceó con decisión. No contaba con Calvo, que empezaba su recital. Caneda, en el rechace, tampoco la puso entre los palos. La UDL quería, ambicionaba el tanto. Incluso lo rondaba. El andaluz probó fortuna de falta directa, pero el portero navarro despejó de puños. Pasada la hora de encuentro, el fue batido, como ya sucediera en el primer período, pero otra vez se había cometido una infracción. En esta ocasión, falta de Ñoño. Vuelta a empezar.

Enfrente, una Peña Sport limitada. Inoperante en ataque y que libraba gracias al desacierto visitante y la actuación de Calvo, que maravilló sacando un mano a mano con Ñoño. Es más, también lo hizo a continuación con Rayco, pero evitó el tanto en primera instancia, en el rechace ya no pudo hacer nada. El canario subsanó su primer error para dejar a los suyos con el triunfo encaminado. Faltaba apenas un cuarto de hora y no era momento de echarse atrás ante el colista. Los navarros no tenían nada que perder, mientras que Sergio Rodríguez llevó a cabo la procesión de sustituciones.

Arnedo entraba para reforzar la medular por Marcos André, Paredes ocupaba el lugar de Ñoño, mientras que Germán Sáenz -acostumbrado a jugar esos llamados minutos de la basura- suplía a Espina. Parecían cambios acertados para refrescar ideas y mantener la tensión. Es más, en ataque se seguía produciendo y bien pudo llegar el segundo en varias oportunidades: una falta frontal de Espina, una buena combinación entre Paredes y Rayco, y un remate alto de César Remón tras una falta sacada por Salvador. Los de Rodrigo Hernando, nada de nada. Hasta que llegó el fatídico minuto 93. Úriz hizo lo que debía, ni más ni menos. Aprovechar la que tuvo. Es suficiente para que la UDL no progrese, para que se estanque tras el buen triunfo cosechado días atrás ante el Racing. Para que se constate que merecer no es sinónimo de ganar.

FICHA TÉCNICA

Peña Sport: Calvo; Sarriegi (Socorro, min. 76), Endika, Xiker, Eneko; Lacruz, Ceberio, Urdiroz (Alonso, min. 46), Mario; Úriz y Maeztu (Joni, min. 63).

UD Logroñés: Miguel; Sotilos, Caneda, Ramiro, Miguel Santos; Rayco, César Remón, Salvador, Ñoño (Paredes, min. 80); Espina (Germán Sáenz, min. 85) y Marcos André (Arnedo, min. 78).

Goles: 0-1, min. 75: Rayco. 1-1, min. 93: Úriz.

Árbitro: Catalá Ferrán (Comité Catalán). Amonestó a los locales Endika (min. 34), Eneko (min. 50), Sarriegi (min. 56), Joni (min. 72) y Alonso (min. 84) y al visitante Ramiro (min. 68).

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