Nace en La Rioja la primera Asociación de Lectura Fácil

La primera Asociación de Lectura Fácil de La Rioja acaba de nacer con la intención de acercar y fomentar la lectura a personas que tiene dificultades para leer o problemas de compresión lectora, realizando ediciones especiales en este tipo de lectura o profundizando en actuaciones de investigación al respecto.

Los promotores de la iniciativa y responsables de la junta de la Asociación, María José Marrodán y Santiago Urizarna, han presentado este nuevo proyecto, promovido por la Asociación Riojana Pro Personas con Discapacidad Intelectual (ARPS), que desde hace seis años viene trabajando la Lectura Fácil con personas con discapacidad intelectual.

De este modo, junto a la escritora María José Marrodán, la entidad ha logrado ya editar dos novelas de Lectura Fácil, 'El Misterio de los Marcos Desaparecidos' y 'La Calle 25'.

Dos volúmenes que nacieron con la intención de que las personas que tienen dificultad a la hora de acercarse a la lectura puedan alcanzar un hábito de entendimiento y comprensión lectora, así como conseguir el disfrute que da una lectura al tratar temas e incluir personajes que les resultan fácilmente reconocibles.

Durante la presentación, el vicepresidente de la Asociación de Lectura Fácil Santiago Urizarna ha detallado que “hace seis años comenzamos esta aventura de la Lectura Fácil de forma voluntaria, con el primer libro y desde el firme compromiso de hacer más clara y comprensible la lectura y el placer de leer a aquellos que por sus características lo tienen más complicado”.

Por su parte, la presidenta María José Marrodán ha señalado algunos de los objetivos de esta nueva organización como lo son “el poder reivindicar la lectura como herramienta educativa de inclusión, poder coordinar y elaborar materiales de documentos elaborados en Lectura Fácil o proporcionar asesoramiento a profesionales y entidades que quieran trabajar en Lectura Fácil”.

Los materiales de Lectura Fácil son libros, documentos, páginas web, etc., elaborados con especial cuidado para que las personas con dificultades lectoras puedan leerlos y entenderlos.

Estas son personas que por cualquier motivo físico, psíquico o social, tienen dificultades para utilizar la lectura como vehículo de comunicación, de información, de formación o de ocio.

Una serie de directrices internacionales publicadas en 1997 por la IFLA definen las pautas básicas, basadas, entre otros aspectos, como ha señalado Marrodán, “en la sencillez, sistematicidad, sinceridad, solidez y solidaridad”.