Naturhouse araña un punto ante el Portland
Portland San Antonio (15+15): Saric (Svensson, ps), Mindeguia (4, 1p), Vugrinec (7, 1p), Kjelling (7, 1p), Masachs (2), Urdiales (1), Jakobsen (-), Ruesga (4), Hernández (1), Jorgensen (-) y Nikolic (4). Naturhouse La Rioja (14+16): Gurutz, Stojanovic (8, 2p), Isaías Guardiola (5), Baskin (4, 2p), Amargant (2), Oneto (3), Velasco (2), Parra (2), Gedeón Guardiola (1), Vigo (1) y Belaustegui (2).
Marcador cada cinco minutos:
2-1, 5-5, 7-8, 10-9, 12-10, 15-14 (descanso). 18-16, 20-19, 21-23, 24-27, 27-29, 30-30 (final).
PORTLAND SAN ANTONIO 30 - NATURHOUSE LA RIOJA 30Cerca estuvo Naturhouse La Rioja de dar la campanada en el Universitario de Navarra, aunque al final tuvo que conformarse con un punto de los dos en liza (30-30).
Y eso que a falta de diez minutos los hombres entrenados por Jota dominaban en el marcador por tres goles. Pero una serie de errores de los logroñeses en el tramo decisivo permitieron a Portland San Antonio encadenar un 3-0 de parcial y amarrar un empate que, visto lo visto, ambos conjuntos dieron por excelente.
Los goles de Stojanovic, cinco, y Oneto, tres, permitieron al Naturhouse La Rioja aguantar durante los primeros treinta minutos. Los hombres de Jota supieron contrarrestar a la perfección las acometidas del Portland San Antonio con una defensa férrea, que permitía robos de balón y rápidas transiciones. Los antonianos, por su parte, empezaron descentrados. La pronta lesión de Jakobsen en el minuto 9 amedrentó a los de Txetxu Villaldea, que veían como uno de sus estiletes ofensivos se marchaba a vestuarios por un problema en su tobillo derecho. El entrenador asturiano tuvo que recomponer su línea de cobertura y sacar a escena a Jorgensen, duda hasta el último suspiro por unas molestias.
Naturhouse marcaba el ritmo de juego, con rápidas circulaciones y lanzamientos efectivos desde los extremos. Sin embargo, se topaban muy frecuentemente con la inspiración de Danjel Saric. El arquero balcánico, con su habitual pundonor y garra, impidió que los de Jota pudieran romper el partido en su favor. De hecho, los navarros empezaron a enchufarse en el partido a raíz de las intervenciones de Saric.
La primera línea local se puso las pilas y la defensa 5:1 trazada por Villaldea empezó a surtir efecto. Las rápidas circulaciones riojanas, no obstante, volvieron a salir a escena con el 13-11, momento crítico del primer tiempo, para restablecer el empate a trece y evitar que Portland se fuera a vestuarios con una renta mayor. El luminoso reflejaba al descanso un parejo 15-14.
La igualdad continuó siendo la tónica predominante en la reanudación. La táctica urdida por Jota en defensa estaba siendo efectiva. El Portland San Antonio no encontraba la manera de superar el 6:0 riojano, y Naturhouse lo aprovechaba para establecer el 21-23 con dos goles consecutivos de Pavel Baskin. Renta que crecería hasta el 22-26 superado el ecuador del segundo periodo, tanteador que obligó al asturiano Villaldea a solicitar tiempo muerto a la mesa para reajustar los engranajes de su equipo.
Los nervios, las imprecisiones y el juego brusco afloraron a partir de entonces. Naturhouse entraba en los últimos diez minutos de partido dominando por tres goles (24-27), aunque veía como su dorsal 77, Velasco, tenía que abandonar momentáneamente el choque por un encontronazo con la defensa antoniana, que le provocó una dolorosa torcedura en su tobillo izquierdo.
Se acercaron los locales en el marcador. Su juego en estático se estrellaba con la tupida zaga logroñesa, pero Kjelling encontraba el camino del gol con lanzamientos forzados desde el carril central (26-28). Ahora eran los riojanos los que sufrían la contundencia de los locales. La sequía en ataque se apoderó de Naturhouse, permitiendo que Portland encadenara un 3-0, neutralizando la ventaja visitante y colocando el 29-29 en el electrónico.
Restaban apenas dos minutos y Jota tuvo que serenar el juego con un minuto técnico. La implicación defensiva que demandó el míster a sus pupilos para los segundos finales permitió a Naturhouse arañar un punto que, tratándose de la cancha del Portland, siempre es bienvenido.
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