Navarra comparte la preocupación por la liberalización de plantaciones

Begoña Sanzberro compareció a petición del grupo parlamentario socialista para explicar las conclusiones de la reunión celebrada a principios del mes de octubre en Logroño con sus homólogos de La Rioja y País Vasco. Dicha reunión, explicó Sanzberro, evidenció “una amplia sintonía entre las tres comunidades en torno a la nueva ley del vino”. La consejera leyó literalmente los acuerdos a los que se llegó en la reunión, que se resumían en siete puntos. El primero de ellos, que hacía alusión al potencial de producción, “rechazaba frontalmente la liberalización de plantaciones propuesta en el texto de la reforma de la OCM”.

En caso de que finalmente se produjera esta liberalización, se acordó que debería contemplarse la posibilidad de que en los territorios con denominación de origen “se mantenga un sistema de derechos similar al actual, controlado y supervisado por las autoridades regionales competentes en materia de potencial vitícola”.

El segundo punto trató las menciones de añada y variedad que “deben seguir siendo exclusivas con los vinos con denominación de origen o indicación geográfica”.

El acuerdo en su tercer punto sostuvo que se debe “abrir la promoción al mercado interior, y no sólo al exterior, a los vinos con denominación de origen o indicación geográfica”. También hubo acuerdo sobre la planificación de planes nacionales en los que “debe ser necesario el acuerdo de las comunidades autónomas”.

Y con respecto al reparto de fondos, “deben regionalizarse en función de criterios objetivos como superficie y valor de la producción comercializada y nunca dependiendo de partidismos”.

El quinto punto acordó que “los fondos asignados a la ficha financiera de la OCM a través de prácticas como los arranques deberían permanecer íntegramente en el sector”.

Así, en el sexto epígrafe sobre el apoyo al sector “se constata la completa sintonía con el sector, certificando el total apoyo sin fisuras a los planteamientos globales expresados por el consejo regulador de Denominación de Origen Rioja”.

Por último, el séptimo punto, sobre I+D+i, emplaza a que, avanzada la primera fase en la planificación estratégica del vino amparada en la Denominación de Origen Rioja, se ponga en marcha la segunda fase con la selección de centros, mesas de trabajo, así como preparación de primeros proyectos de cooperación interterritorial para su presentación en 2008.

En el turno del PSN, María Gracia Iribarren explicó que su grupo está “especialmente preocupado por la situación del vino” por lo que se mostró “más tranquila” tras la información facilitada por la consejera que demuestra que “este sector no tiene las mismas connotaciones en todas las comunidades autónomas”.

La parlamentaria socialista pidió además “responsabilidad” al Gobierno para que no se obvie “que lo que es bueno para una denominación de origen no tiene por qué serlo para otra”. Así, mostró su preocupación por la parte de la producción que no entra dentro de la Denominación de Origen calificada.

Por su parte, María José Bozal, de UPN, apoyó la intervención de la consejera “porque lleva implícita su apuesta por la Denominación de Origen Rioja y también por las demás denominaciones”.

El parlamentario de Nafarroa Bai Aitor Etxarri también se mostró de acuerdo con lo anunciado por Sanzberro y reclamó que se lleguen “a acuerdos en otros productos con una apuesta por la calidad”.

Desde CDN, José Andrés Burguete sostuvo que los acuerdos logrados son “justos” y destacó que la consejera “ha mantenido la posición que le correspondía”.

Por último, Ana Figueras, de IUN, apuntó que esta unanimidad “viene bien para futuras negociaciones” y consideró que demuestra “la sensibilidad clara del Gobierno en este punto”.