Piñera destinará 460 millones a las prisiones
En lo que va de 2010 Chile ha vivido auténticas tragedias que han tenido en vilo a gran parte de su población. Así fue el devastador terremoto , el desprendimiento en una mina que dejó atrapados a 33 mineros , y ahora la tragedia de la cárcel de San Miguel en Santiago.
Un incendio desatado en dicha penitenciaria acabó con la vida de 81 reos y evidenció las condiciones de hacinamiento en las que viven las personas que permanecen en las prisiones chilenas.
Ante esta realidad, el presidente del país, Sebastián Piñera, ha anunciado una inversión de 460 millones de dólares (unos 347 millones de euros) para reducir el hacinamiento en las cárceles, una de las posibles causas de la tragedia.
Durante su discurso en la ceremonia de entrega del Informe Anual del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Piñera explicó las nueva medidas que se podrán en marcha para mejorar las condiciones del sistema penitenciario, entre las que destaca la construcción de más cárceles.
Esta reforma abarca mejoras en el sistema judicial, uso de nuevas tecnologías, ampliación y remodelación de las prisiones, construcción de nuevos penales y habilitación (en el mediano plazo) de establecimientos modulares de reclusión.
Todo ellos supone una inversión de 460 millones de dólares (unos 347 millones de euros) que se destinarán “a incrementar la superficie total construida en 235.000 metros cuadrados” lo que permitirá, “dependiendo del aumento en el número de internos, reducir el sobrepoblamiento actual a la mitad”, indicó Piñera.
Este conjunto de medidas también contribuirá a “mejorar la dignidad y calidad de vida de los reclusos y sus opciones de trabajo, rehabilitación y reinserción”, afirmó el mandatario.
En Chile poco más de 109.000 personas están condenadas a penas de prisión, pero solo 53.000 están cumpliendo con la pena dentro de algunas de las cárceles del país, sin embargo, existe un hacinamiento del 66 %, debido que el exceso de población penal es de 21.000 reos, según precisó Piñera.
Ante la magnitud de la tragedia de la cárcel de San Miguel, las autoridades chilenas han tenido que reconocer el delicado problema de hacinamiento en ese penal de Santiago que alberga a 1.900 reos, pese a que la infraestructura tiene una capacidad para alojar a 700 presos.
“Espero que aprendamos la lección de este trágico y doloroso accidente de la cárcel de San Miguel y que aceleremos el ritmo y el tranco para una profunda reforma a nuestro sistema penitenciario”, expresó el mandatario chileno.
Por su parte, la fiscal de la Corte Suprema de Chile, Mónica Maldonado, ha advertido este jueves de que el sistema carcelario de esa nación sudamericana es una “bomba de tiempo” debido al exceso de población penal.
“El hacinamiento que existe y la peligrosidad que hay, porque a mí me parece que los internos tampoco están clasificados de acuerdo con la peligrosidad, entonces esto es una bomba de tiempo”, explicó Maldonado en declaraciones a los medios.
Asimismo, el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, opinó que la solución a este problema está en la construcción de más prisiones. “Hay que hacer más cárceles, ése es el problema, porque la tendencia actual es que cada día va aumentando el ingreso de personas privadas de libertad”, apuntó.
Peticiones desde el ámbito internacional
La revelación del problema del hacinamiento en las cárceles ha movilizado a las organizaciones defensoras de los derechos humanos de todo el mundo. Así, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha pedido al gobierno chileno tomar las medidas necesarias para poner fin al hacinamiento en las prisiones de Chile e investigar las causas de la muerte de los 81 reclusos.
“El hacinamiento, además de constituir en sí mismo una forma de trato cruel, inhumano y degradante, es un factor de riesgo para la vida e integridad personal de las personas privadas de libertad en un determinado recinto”, señala la CIDH en un comunicado.
Por su parte, la organización Human Rights Watch (HRW) ha urgido al gobierno de Piñera a “modificar sustancialmente” el sistema penitenciario de Chile, a fin de acabar con el hacinamiento y mejorar las condiciones de los reclusos.
“La trágica muerte de 81 reclusos no es más que el resultado de la sobrepoblación y de condiciones carcelarias deficientes, dos graves problemas en Chile desde hace años”, afirmó el director para las Américas HRW, José Miguel Vivanco.
Además, la organización recuerda que los reclusos “no renuncian a todos sus derechos al ingresar a prisión, sino únicamente al derecho a la libertad y otros derechos relacionados que no pueden ejercerse en un ámbito de reclusión”.
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