Ponte las gafas moradas y descubrirás un mundo lleno de desigualdades
No hay marcha atrás. Una vez que decides ponerte las gafas moradas, ya no puedes ver el mundo de otra forma. Ponerse estas gafas simbólicas significa mirar alrededor y comenzar a darte cuenta de las desigualdades entre hombres y mujeres, ver con una mirada crítica situaciones cotidianas y darte cuenta de que quizá lo que hemos estado dando por bueno hasta ahora es claramente machista. ¿Ejemplos? Ahí van unos cuantos:
-Una mujer a la que en una entrevista de trabajo le preguntan si va ser madre. Los hombres no tienen que que elegir entre seguir con su carrera o ser padre.
- El peso de los cuidados recae sobre las mujeres. Ellas son las que trabajan en reducciones de jornada o dejan a un lado su carrera profesional. ¿Cuántos hombres se cogen excedencias o reducciones de jornada?
- Una chica que llama a su amiga para volver a casa de noche, mientras que un chico no se preocupa por ir solo.
- Una política a la que mencionan más por cómo va vestida que por sus acciones.
- Una adolescente que no se siente a gusto con su físico y que se compara con otras chicas.
- Los hombres copan los puestos de responsabilidad de las empresas. Hay más mujeres en la universidad pero luego no llegan a lo más alto.
- Una mujer a la que tratan de loca por salirse de la norma.
- Sirven la cerveza a ellos y el té a ellas. Y la cuenta se la ponen al hombre.
- Ellos son un “padrazo” por estar con su hijo o un “partidazo” por saber cocinar o hacer las tareas de la casa. En el caso de las mujeres, lo que sorprende es no hacerlo.
- Rosa para las niñas, azul para lo niños. A las niña se le educa con juguetes que las dejan encerradas en el hogar y a ellos a conquistar el espacio público, coches, superhéroes, juegos de exploración.
- Las mujeres no van por la calle gritando piropos a hombres desconocidos. En los hombres no lo vemos extraño, incluso hay quien lo considera un halago, sin preguntarse si incomoda a la mujer.
- El deporte femenino es minoritario y además siempre se las pone como que son torpes o malas.
- Se habla de una mujer como “la esposa de...” “o la hija de” cuando a veces es hasta más famosa que su pareja.
- Apelan a una mujer con un cargo de responsabilidad por su nombre de pila: Concha frente a Ceniceros o presidente.
¿Te animas a mirar el mundo con gafas moradas? El resultado te sorprenderá.
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