Ponte las gafas moradas y descubrirás un mundo lleno de desigualdades

Rioja2

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No hay marcha atrás. Una vez que decides ponerte las gafas moradas, ya no puedes ver el mundo de otra forma. Ponerse estas gafas simbólicas significa mirar alrededor y comenzar a darte cuenta de las desigualdades entre hombres y mujeres, ver con una mirada crítica situaciones cotidianas y darte cuenta de que quizá lo que hemos estado dando por bueno hasta ahora es claramente machista. ¿Ejemplos? Ahí van unos cuantos:

-Una mujer a la que en una entrevista de trabajo le preguntan si va ser madre. Los hombres no tienen que que elegir entre seguir con su carrera o ser padre.

- El peso de los cuidados recae sobre las mujeres. Ellas son las que trabajan en reducciones de jornada o dejan a un lado su carrera profesional. ¿Cuántos hombres se cogen excedencias o reducciones de jornada?

- Una chica que llama a su amiga para volver a casa de noche, mientras que un chico no se preocupa por ir solo.

- Una política a la que mencionan más por cómo va vestida que por sus acciones.

- Una adolescente que no se siente a gusto con su físico y que se compara con otras chicas.

- Los hombres copan los puestos de responsabilidad de las empresas. Hay más mujeres en la universidad pero luego no llegan a lo más alto.

- Una mujer a la que tratan de loca por salirse de la norma.

- Sirven la cerveza a ellos y el té a ellas. Y la cuenta se la ponen al hombre.

- Ellos son un “padrazo” por estar con su hijo o un “partidazo” por saber cocinar o hacer las tareas de la casa. En el caso de las mujeres, lo que sorprende es no hacerlo.

- Rosa para las niñas, azul para lo niños. A las niña se le educa con juguetes que las dejan encerradas en el hogar y a ellos a conquistar el espacio público, coches, superhéroes, juegos de exploración.

- Las mujeres no van por la calle gritando piropos a hombres desconocidos. En los hombres no lo vemos extraño, incluso hay quien lo considera un halago, sin preguntarse si incomoda a la mujer.

- El deporte femenino es minoritario y además siempre se las pone como que son torpes o malas.

- Se habla de una mujer como “la esposa de...” “o la hija de” cuando a veces es hasta más famosa que su pareja.

- Apelan a una mujer con un cargo de responsabilidad por su nombre de pila: Concha frente a Ceniceros o presidente.

¿Te animas a mirar el mundo con gafas moradas? El resultado te sorprenderá.

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