¿Por qué los millennials no están interesados en las tarjetas de crédito?
Eres millennial si has nacido entre 1980 y 1995. Y, de ser así, no estás interesado en las tarjetas de crédito. Es lo que dice al menos el 'Barómetro de tarjetas' de MasterCard. Y es que este estudio pone de manifiesto que los jóvenes españoles, siguen la misma tendencia que los estadounidenses.
En España, las compras con tarjetas de débito siguen triunfando entre la población ya que más del 67% tiene y utiliza una de estas tarjetas. Pero solo 20% de los denominados millennials tienen una tarjeta. Esta generación huye del dinero en metálico, no están interesados en las tarjetas de crédito por miedo a endeudarse con ellas.
Al parecer, y según relata este estudio, han sido criados con las dificultades económicas de la crisis que comenzó en 2008. Son conscientes de la fragilidad de la estabilidad y, por eso, huye del uso de estos plásticos por miedo.
Aún así, los expertos recomiendan utilizar estas tarjetas con sentido común y tratar de perder el miedo a usarlas. Y es que, estas tarjetas son una gran herramienta para dividir diferentes gastos en varios meses. El principal peligro que tienen es que se puede creer que se trata de un dinero fácil y se acaba gastando de más. Además, al poder devolverlo en pequeñas cuotas mensuales muchos usuarios no son conscientes de lo que se paga en total. Una mensualidad pequeña hará que el plazo se alargue eternamente y que los intereses aumenten.
Pero usando algunos trucos se puede tener un uso responsable de la tarjeta de crédito. El primer punto es saber diferenciar los gastos que se pueden pagar al momento con una tarjeta de débito con el saldo de la cuenta. Los gastos más altos –y también más puntuales– para los que se necesita una ayuda económica, serán los que se deberán pagar a crédito.
Dentro de los gastos más altos hay que distinguir entre los que se prefieren pagar en un único pago al comienzo del mes siguiente, cuando se ingrese la nómina, o los que se prefieren dividir y pagar en cuotas mensuales.
Para dividir los pagos antes de realizar la compra se debe escoger la forma de devolución más conveniente. Así se puede calcular cuánto se podrá pagar cada mes y acomodar el plazo a la mensualidad. Realizar una simulación de cuánto costará en total financiar un pago en concreto según la cantidad y el plazo que se escoja ayudará a ahorrar en intereses.
La tarjeta de crédito puede ser una gran aliada para aspirar a compras más grandes, siempre que se use para gastos puntuales y conociendo de antemano cuánto es posible liquidar cada mes.
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