Primeras impresiones tras la caída del gobierno de Rumania
El gobierno centrista rumano cayó ayer al aprobarse una moción de censura presentada por la oposición, tras 10 meses de su entrada en el gobierno. La ruptura de la coalición entre los conservadores y el Partido Socialdemócrata había dejado al ejecutivo en minoría ante la demanda de la oposición formada por el Partido Nacional Liberal, y la Unión de los Magiares.
Este hecho supone un golpe a la estabilidad económica de Rumanía, inmersa en un grave retroceso económico desde principios de 2009. El actual presidente y principal candidato para le jefatura del Estado, Traian Basescu ha declarado que “la situación política se ha desarrollado con vistas a las elecciones presidenciales, unos cálculos erróneos que no tienen en cuenta el interés de Rumania”, a la vez que ha subrayado la “decencia con la que Emil Boc revocó al ministro del Interior”. El presidente considera que la medida de los Socialdemócratas responde a intereses de alzarse con la presidencia.
La moción de censura ha sido aprobada con 258 votos a favor, y 176 en contra. De esta forma, los Socialdemócratas se cobraban la destitución de su ministro del Interior, Dan Nicu, cuya salida del gobierno se debía, según el grupo socialdemócrata, a las pretensiones de Basescu de hacerse con el control de la cartera. La posesión de dicho ministerio es considerada “imprescindible” para la manipulación de resultados electorales del próximo 22 de noviembre.
El destituído Emil Boc ha afirmado que “el gobierno ha sido derrocado porque ha querido eliminar privilegios de los parlamentarios y de las pensiones que no tienen una base a favor del reparto”. Para afrontar la crisis económica, el ejecutivo de Boc había aprobado recientemente una reducción del salario de los ministros en un 20 por ciento, y planteaba medidas aún más drásticas.
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