Que llueva, que llueva
Antón Pirulero, Mambrú se fue a la guerra, Tonto pelao o Al pasar la barca son algunas de las canciones del cuarto disco de este grupo arnedano, que ha querido recuperar las raíces castizas del juego de los niños en los años 50, 60 y 70. Para ello, los nueve componentes de “Cantoblanco” se han documentado con libros y han echado mano de la memoria y la cultura oral de las abuelas.
Tal y como explica una de las integrantes del grupo y además docente, Natalia Marín, “los niños de ahora tienen los pulgares muy desarrollados, pero no saben saltar a la soga o jugar al corro y es muy triste que se esté perdiendo esto”. Para recordar y aprender del pasado, han añadido además en el CD un video con los juegos de antaño.
Un joya que nos invita a buscar entre los recovecos de nuestros archivos cerebrales y a sentir de nuevo la inocencia, ilusión y el estusiasmo que acompañaba a todos los seres humanos durante los primeros años de vida. Un canto a la salud mental pública que no intenta desterrar a la Wii. Más bien, quiere combatir el aislamiento de la sociedad actual y transmitir a los niños que se puede compartir y construir en grupo.
Su precio es de 10 euros y se puede adquirir en “Preludio” en Arnedo y en “Musical Ochagavía” o “Santos Ochoa” de Logroño. Además, “Cantoblanco” tiene varias actuaciones previstas. Entre ellas, el día de San Bernabé, 9 de junio, interpretarán estos temas en el Espolón a las 21 horas.
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