Salvar a Zapatero
Domingo 22 de mayo. Se cierran las urnas y las encuestas a pie de urna confirman que el CIS llevaba razón. España se tiñe de azul. El PSOE pierde todo su poder territorial e incluso queda muy por debajo de los peores pronósticos. Pierde en todas las comunidades autónomas, incluso Extremadura y Aragón, donde el PP se queda al borde de la mayoría absoluta. Además se queda sin capitales de provincia que, en principio, no debería haber perdido. Bildu se hace San Sebastián contra todo pronóstico. El PP vence por mayoría absoluta en A Coruña y también en Santiago de Compostela, donde los sondeos le daban perdedor al candidato popular. Sevilla cae también del lado de los populares por muchos puntos. Zaragoza vuelve a ser del PP. Barcelona, la joya del socialismo, cae del lado de CiU. También, Girona. Y así un sinfín de ciudades. El desastre electoral del PSOE no tiene precedentes.
Zapatero entona el mea culpa esa misma noche. El martes 24, desde la Lehendakaritza, Patxi López dice alto y claro que antes que unas primarias lo que el PSOE necesita es un nuevo líder y secretario general, que puede hacer las veces de candidato. Su reacción a la derrota en el País Vasco, donde sólo se celebraban elecciones municipales, pilla por sorpresa a Ferraz. Los barones regionales lo respaldan y Chacón, aseguran fuentes socialistas, protesta en Moncloa ante Zapatero. Esto no estaba previsto. Conforme pasan los días el ambiente se tensa en el seno de los socialistas. Comienzan a generarse enfrentamientos entre quienes defienden que de este sábado salga una convocatoria a primarias o que del comité federal se convoque un congreso extraordinario que dinamite a Zapatero.
En este orden de cosas, Chacón apenas se pronuncia y pide unidad y reflexión. Pajín, ministra de Sanidad, llama la atención a los rebelados para que arreglen en casa los asuntos que son de casa, pero ya es demasiado tarde. El debate sobre el liderazgo de Zapatero y su continuidad hasta 2012 queda en entredicho. El PP anima la resaca de la derrota electoral azuzando al gobierno y acusándolo de preocuparse de debates internos y de considerar la situación de España como algo “secundario”. Saénz de Santamaría dixit.
Zapatero llama al orden a Patxi López. Lo confirma a la salida del hemiciclo este miércoles. Con rostro agotado y sonrisa forzada confirma a la prensa que López ha entrado en razón tras haber conversado con él y respetará los tiempos. Por si acaso Blanco ha convocado para el viernes, hoy, a los barones. El vicesecretario general de los socialistas quiere evitar a toda costa que no haya unidad de cara al cónclave del sábado de modo que se pone en contacto con los líderes territoriales: todos derrotados, a excepción de Griñán y de López, porque no se celebraban autonómicas en sus comunidades. Aún así están tocados: el primero ha perdido todas las capitales de provincia andaluzas y López se despide de San Sebastián y de Vitoria.
Chacón también habla con los líderes regionales y se inquieta
. Ya no le expresan su apoyo sino que son partidarios de romper con la línea de Zapatero, que consideran les ha llevado al hundimiento y a la extinción. Así pues, la ministra de Defensa reflexiona y tras observar el cuadro en descomposición decide convocar a la prensa, que apuesta por el anuncio de su candidatura. Pero, Chacón llega a las 14:00 a Ferraz y lanza la bomba informativa a los periodistas: no se presenta a las primarias para salvar a su partido, o lo que es lo mismo: para salvar de la quema a Zapatero y evitar que el PSOE de desangre más.
La ministra socialista, emocionada y contenida, explica cuáles eran sus líneas, las que iban a abanderar su candidatura y que ha dejado de lado por el bien del partido. Se pone a disposición del que sea candidato y llamado a retomar el rumbo del PSOE. Con toda probabilidad, el vicepresidente Rubalcaba.
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