Sarkozy defiende su controvertido proyecto de 'política de civilización'
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha defendido su controvertido proyecto de “política de civilización”, término acuñado por el sociólogo Edgar Morin, durante su exposición inicial antes de someterse a las preguntas de la prensa congregada en el Palacio del Elíseo.
A lo largo de la misma anunció, entre otras medidas, su intención de renovar la política audiovisual, modificar el sistema de medición del crecimiento económico o incluir en la Constitución nuevos derechos.
Sobre la renovación de la política de la televisión pública, la propuesta lanzada por el jefe del Estado galo es la de cambiar el modelo económico y, sugirió, en concreto, la posibilidad de “suprimir completamente” la publicidad en las cadenas públicas de televisión.
Sarkozy anunció la creación de un grupo de expertos internacionales de alto nivel presidido por el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, para que estudien un nuevo instrumento de medición del crecimiento que tenga en cuenta no sólo la cantidad sino la calidad.
El presidente consideró también que ha llegado el momento de añadir a los derechos fundamentales “nuevos derechos” y que el preámbulo de la Constitución francesa debe completarse para garantizar los derechos del hombre y de la mujer, el respeto de la diversidad y la integración. El encargo de redactar el texto ha recaído en Simone Veil, política de prestigio, ex presidenta del Parlamento Europeo y premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2005.
El presidente galo avanzó, igualmente, estar dispuesto a recurrir a la cláusula de salvaguarda sobre los cultivos en Francia de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), hasta que la Comisión Europea tome una decisión. Sarkozy garantizó, en esta línea, que las conclusiones adoptadas por el grupo de trabajo sobre medio ambiente en 2007 se cumplirán “escrupulosamente”.
Trazó, asimismo, los principales retos en el ámbito escolar, sanitario o la situación de las barriadas, ámbito en el que se comprometió a facilitar a los jóvenes de los barrios conflictivos una formación que les permita mejorar sus perspectivas de futuro.
“Hace falta saber lo que se quiere hacer, si continuar o cambiar. Yo quiero cambiar. Yo cambiaré sin tabúes y obtendremos resultados”, proclamó Sarkozy reiterando su compromiso con la senda reformista iniciada en 2007 y deseando a los más de 600 periodistas de 45 nacionalidades allí presentes un feliz Año 2008 “pese a todo”.
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