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“Soy afortunada, el 20 de agosto yo volví a nacer”

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“Soy afortunada, el 20 de agosto yo volví a nacer. De hecho, (en el hospital) me han puesto en la planta de Maternidad”, manifiesta Beatriz Reyes Ojeda, 41 años, la segunda superviviente del accidente de Spanair en ser dada de alta hoy del Hospital Infanta Sofía, en el que se encontraba desde el siniestro.

Beatriz, que tenía una fractura de pierna derecha, ha recibido ya el alta y abandonará el centro sanitario en las próximas horas, con la intención de volar de nuevo mañana, para volver a casa, en Las Islas Canarias.

“Siento una inmensa alegría porque he vuelto a nacer, pero una inmensa tristeza porque otros no pueden contarlo”, dijo al tiempo que trasladó “un abrazo enorme” a los familiares de los 154 fallecidos en el siniestro. “Asimismo quiero transmitir mi fuerza y mi alma a los 17 sobrevivientes con los que algún día espero poder tomarme una caña”.

Beatriz, destaca el intachable trato que ha recibido en el Hospital madrileño, dijo haberse sentido mejor que en su propia casa. “Todo el día achuchándome y dándome caricias”.

Esta superviviente, directora de Caixa Galicia en Las Palmas, quita además importancia a su acción tras el accidente, cuando liberó a un niño de entre el amasijo de hierros para entregárselo a los servicios de rescate. “Lo hubiera hecho cualquier persona”, resalta, al tiempo que apunta que no conoce el nombre del pequeño, pero que podría ser Roberto Álvarez Carretero, de 6 años, que recibió el alta ayer.

Respecto a los momentos previos al accidente, Beatriz ratifica la sensación mostrada por otros heridos de que el avión tenía poca potencia: “Cuando va a despegar, quizás no iba con tanta velocidad, pero cuando vi girar el ala pensé que pasaba algo”.

Por otra parte, dijo conocer que la situación en Canarias es difícil y sus propios padres están sufriendo, por un “sentimiento contradictorio porque están llegando los muertos y yo llego andando”.

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