Suenan las campanas de La Rioja
Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que no existía internet, ni televisión ni móviles y eran las campanas las que organizaban la vida social de los pueblos. Se tocaban para avisar de que alguien había muerto, para anunciar misa o incluso para ahuyentar las tormentas. Cada llamada tenía un toque particular, que en muchos pueblos se ha ido perdiendo. Y es que hoy en día los toques de campanas están mecanizados y, aunque tratan de reproducir con exactitud el toque tradicional, no siempre lo consiguen.
Un grupo de campaneros riojanos se ha empeñado en recuperar estos toques tradicionales. Incluso cuentan se han agrupado en la Asociación de Campaneros del Alto Oja para conseguir que estos toques no queden en el olvido. No en vano, “las campanas siempre han sido la voz de los pueblos”, explica uno de estos campaneros. Gonzalo Abajo, de Ezcaray.
Este sábado, esta asociación se ha sumado a la convocatoria que se va a realizar en toda Europa para reivindicar el toque tradicional de campanas, con motivo del Año Europeo de Patrimonio Cultural. Con la colaboración del Área de Patrimonio del Gobierno de La Rioja y de las distintas parroquias, en casi 40 campanarios de 32 pueblos riojanos se han tocado manualmente las campanas a las 12:00 horas.
Las campanas se tocarán manualmente en Arnedo, Calahorra, Arnedillo, Autol, Murillo, La Redonda de Logroño, Navarrete, Entrena, Fuenmayor, Nájera, el monasterio de San Millán de la Cogolla, la catedral de Santo Domingo de la Calzada, Briones, Tirgo, Cuzcurrita, Ochanduri, San Vicente de la Sonsierra, Albelda de Iregua, Ezcaray, Ojacastro, Valgañón y Zorraquín.
Se trata de una cita impulsada en España por la asociación Hispania Nostra, que busca impulsar la candidatura del toque tradicional de campanas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.. Para apoyar esta aspiración, se pretende que los tañidos de campana del sábado 21 de abril sean documentados para darle sustento.
Recuperando la memoria colectiva
“La mayoría de los toques se perdieron en la posguerra”, explica Gonzalo, quien detalla que la asociación ha hecho un trabajo intenso hablando con la gente mayor para recuperar los toques que estaban a punto de perderse. De hecho, en muchos pueblos ya no queda gente que sepa tocar las campanas y este sábado han realizado volteos, eso sí, de forma manual.
Donde sí ha habido toques tradicionales será en el Alto Oja. Los miembros de la asociación estarán en Ezcaray, Zorraquín, Ojacastro y Valgañón. Allí tienen previsto realizar 4 toques: el tentenublo (un antiguo conjuro contra las tormentas), el toque de arrebato (un repique rápido cuando había una urgencia), el toque de concejo (una llamada para congregar al pueblo ante, por ejemplo, una visita) y el toque de fiesta mayor, en el que comienza la campana grande, la “garbancera”, y luego el resto se van sumando.
(Toque de fiesta mayor en Valgañón)
Así, aunque sólo sea por un día, nuestras iglesias han recuperado este sonido tradicional tal y como se escuchaba hace años, incluso siglos, con el mismo instrumento que se tocaba hace siglos y con las mismas partituras. Todo una máquina del tiempo.
(VÍDEO: Valle de Ocón)
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