Tailandia, al borde del estado de excepción
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, pidió a los manifestantes que pongan fin a las protestas o recibirán respuestas más contundentes en cumplimiento del estado de excepción declarado por él mismo esta mañana en la capital, Bankgok, y los alrededores.
“Queremos pediros que pongáis fin a estas acciones”, afirmó Abhisit mediante una declaración televisada. “Es necesario que el Gobierno adopte las medidas previstas en el decreto de estado de excepción a fin de que la nación vuelva a la paz”, prosiguió.
Asimismo, el viceprimer ministro y encargado de cuestiones de seguridad, Suthep Thaugsuban, ordenó a la Policía y al Ejército que hagan su trabajo de forma “completa y enérgica”. “Se debe actuar con prontitud y restaurar el orden lo antes posible. Vuestros superiodies y yo mismo asumiremos la responsabilidad de todas vuestras acciones”, agregó.
Abhisit consiguió escapar de la sede del Ministerio del Interior, que acababa de ser ocupada por medio centenar de manifestantes poco después de que el jefe del Ejecutivo anunciara la declaración del estado de excepción. Según fuentes presenciales, los soldados que vigilaban el edificio no ofrecieron resistencia en un primer momento a los manifestantes y únicamente en segunda instancia efectuaron algunos disparos al aire para contenerlos.
Los manifestantes son simpatizantes del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado en 2006 mediante un golpe de Estado incruento. El Gobierno de Tailandia declaró esta mañana el estado de excepción en Bangkok y en los alrededores de la capital después de que las protestas antigubernamentales obligaran a suspender ayer la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
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