También tomarán uvas

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Los nacionales de las tres comunidades inmigrantes más numerosas de España, la marroquí, la rumana y la ecuatoriana, comerán uvas y harán la cuenta atrás en la noche de Fin de Año aunque en sus países de origen no es esa la tradición porque, conforme dicta el refrán, “allí donde fueres haz lo que vieres”, según explicaron los representantes de las asociaciones mayoritarias entre estos colectivos.

El portavoz de la asociación hispano ecuatoriana Rumiñahui, Raúl Jiménez, explicó que la mayor parte de sus compatriotas en España comen las uvas, no sólo porque compartan festejo con españoles que siguen las doce campanadas, sino porque tienen problemas para festejar la Nochevieja al estilo de su tierra, ya que implica prender hogueras en las calles.

Según señaló, en Ecuador las familias y los amigos se reúnen durante el día 31 para elaborar los 'Años Viejos', unos monigotes de serrín con el rostro de algún personaje que se haya destacado en el año saliente, generalmente un político para el que se redacta un “testamento satírico”. Junto al serrín se colocan petardos que se prenden más allá de las doce de la noche para que el fuego se lleve “todo lo malo” del año que se marcha.

No obstante, gracias a las nuevas tecnologías, sí han podido importar otra de sus tradiciones: escuchar durante todo el día 31 una emisora de radio concreta que hora tras hora va despidiendo el año que se marcha en un tono “muy emotivo” o “de denuncia”. Jiménez apuntó que el tono de esta narración se va elevando conforme se acercan las doce de la noche, cuando los locutores hacen hincapié en los aspectos negativos del año que se marcha para que también se vayan con él.

En el caso de los marroquíes, lo de comer las uvas es “más por acompañar” a los españoles con quienes compartan cena o por “seguir la tradición” del país en el que residen. Según explicó el presidente de la Asociación de Trabajadores Marroquíes en España (ATIME) Kamal Rahmouni, en Marruecos “no hay ninguna tradición, ritual o pauta establecida, se celebra el fin de año más como una fiesta consumista”.

“Hay cotillones, fiestas en hoteles y un ambiente familiar: se reúnen para cenar y los jóvenes salen de marcha, es como aquí, pero sin uvas”, señaló Rahmouni, quien destacó en que ciudades como Marrakech o Casablanca están en estas fechas “empapeladas con anuncios de cenas de gala, fiestas y espectáculos” y “no queda ni un sitio donde alojarse o cenar el 31”.

Cuando se trata de los rumanos, ocurre algo similar. El presidente de la Federación de Asociaciones de Rumanos en España [FEDROM], Miguel Fonda, apuntó que en Rumanía la celebración es “similar a la de países europeos como Francia o Alemania”, las familias cenan juntas y “toman una copa para brindar por el Año Nuevo”.

“Lo de la Nochevieja no tiene ningún tipo de tradición antigua. Es una fiesta mundana. Se hace cena familiar como se hacen en España y se toma una copa, igual que en el resto de Europa”, señaló.

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