Un mal menor
El Fundación se presentó el pasado domingo en Alberite, jugó su partido y, pese a que deportivamente más que un partido fue una pachanga, el hecho de completar los 90 minutos hizo que los resultados de la primera vuelta cosechados por los rojiblancos quedasen automáticamente validados. La desaparición del club hubiera hecho que se anularan todos los partidos disputados por el equipo de Emilio Remírez y se descontaran los puntos que, en su caso, hubieran conseguido sus rivales.
Por eso respiraron, sobre todo, el Anguiano y el Haro, además de Varea y Náxara. Algo menos el River Ebro que perdió en la segunda vuelta (1-0) tras empatar en la primera. Ellos son los únicos que podrán presumir de haber arañado puntos al último 'gran' Fundación. Tres los dos primeros y uno los otros tres. Un botín que, como quedó demostrado en Alberite, será mucho más sencillo de conquistar en lo que resta de temporada.
La clasificación, en caso de que la máxima exigida para anular todos los partidos del Fundación se hubiera dado, no sufriría grandes cambios. La salida de los rojiblancos hubiera aupado a todos los equipos un puesto y, la primera gran consecuencia hubiera sido el respiro para los equipos de la zona baja, especialmente para el Yagüe.
Empezando por arriba el Calahorra, líder ahora por méritos propios, hubiera asaltado el primer de la tabla tres puntos por delante del Alfaro. El Anguiano, por su parte, con tres puntos menos (los que sumó en la última jornada de la primera vuelta tras ganar 1-0 en Isla) seguiría siendo tercero aunque a cinco puntos del líder (ahora está a dos). El Haro, por su parte, estaría en la cuarta posición a ocho puntos del líder (ahora es quinto a seis puntos del Calahorra).
El Varea, de haber perdido el punto ganado ante los de Remírez, caería al séptimo lugar (es sexto) y el River seguiría siendo octavo con un punto menos. El Náxara, con un colchón de cinco puntos respecto a su más inmediato perseguidor, sólo ganaría el puesto dejado por el Fundación.
En la zona baja, con un equipo fuera de la competición, el Yagüe respiraría algo más tranquilo. Pese a que sus once puntos actuales le condenan al descenso, la salida del Fundación le hubiera sacado de esos puestos con tres puntos de ventaja sobre el Rapid, penúltimo clasificado.
Pero el Fundación jugó y todo sigue igual. La lógica dice que el Fundación caerá como un plomo en la clasificación con el transcurrir de las jornadas y que el Haro será, previsiblemente, quien ocupe el cuarto puesto de una fase de ascenso que se había complicado. Al final será el mal menor para una temporada que ya ha quedado condicionada y en la que el gran perjudicado será, paradójicamente, el River Ebro. El calendario quiso que ellos fueran los que se midieran al último once competitivo del Fundación.
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