Una historia de rugby, una lección de vida
El rugby, un deporte de villanos jugado por caballeros. Esta máxima se hizo visible el pasado fin de semana en el partido que jugaban los niños del equipo sub-12 del Marzola Rugby Club Rioja contra el Gaztedi. El equipo alavés cuenta en sus filas con dos jugadores de rugby inclusivo, un niño y una niña con discapacidad intelectual.
En el partido anterior contra el Hernani, los vitorianos se quedaron a cero en el marcador, mientras que los guipuzcoanos marcaban ensayos sin parar. El partido del Gaztedi contra el Rioja comenzó parecido. Los jugadores de la uva marcaron dos ensayos sin ningún problema nada más arrancar el partido.
El entrenador del Rioja decidió entonces, de la mano del árbitro de seguridad, también miembro del RCR, pedir a sus jugadores que aflojaran la presión, que se limitaran a pasar el balón y “hacer ruck”. Cuando veía que alguno se escapaba, el árbitro riojano gritaba a los jugadores para que pasaran el balón. En una de esas jugadas, el jugador con discapacidad del Gaztedi logró un ensayo.
“Aun teniendo la posibilidad de hacer ensayo, con lo que eso supone a sus edades, que lo viven como un auténtico premio, no tuvieron ningún problema en tirarse al suelo para dar ventaja a sus rivales”
, relata el árbitro.
Al cabo de unos minutos, aprovechando una parada del juego para atender a un jugador del Gazedi, el entrenador del Rioja reunió a su equipo y pidió a los jugadores que dejaran de placar y que, cuando tuvieran cerca a la niña con discapacidad, le dejaran coger el balón para que pudiera marcar un ensayo antes de finalizar el partido. Les explicó que tenían que hacerlo porque “la diversión tiene que ser para todos, no sólo para los que ganan”.
Los jugadores del Rioja hicieron llegar el balón a la jugadora rival en varias ocasiones pero la niña se quedaba parada y el oval acababa en el suelo. Pero en uno de esos intentos, la niña cogió el balón y empezó a correr. Los niños del Rioja le perseguían y se tiraban al suelo como si intentaran placarla y no lo consiguieran. Y logró el ensayo, los puntos para su marcador.
En ese momento, el campo estalló en una enorme ovación. Incluso las personas que estaban en el restaurante adjunto al campo comenzaron a aplaudir y a sumarse al homenaje. La niña estaba eufórica de emoción.
Al terminar el partido, el entrenador del Gaztedi se acercó a los jugadores del Rioja y les dijo: “Chicos, sois muy jóvenes para entender lo que habéis hecho. Cuando estos dos niños lleguen a casa, lo primero que contarán a sus padres será que han logrado un ensayo. Esto no sólo les motivará a seguir jugando sino que, cuando se lo cuenten a otros niños como ellos, les atraerá para practicar rugby. Con gestos como estos nos ayudáis a nosotros también. Muchas gracias por lo que habéis hecho, gracias a vuestros entrenadores y gracias al Rugby Club Rioja, ¡sois muy grandes!”.
El encuentro acabó con un aplauso a los jóvenes jugadores del Rioja y una explicación por parte de Houssan, su entrenador, de por qué había sido tan importante su gesto. “Esta fin de semana, nuestros equipos han ganado y perdido partidos y también han sido campeones en valores”, publicaba el Marzola Rugby Club Rioja en su página de Facebook.
“Antes que entrenadores, sobre todo a estas edades, somos educadores”, apuntan desde el club, “nuestra primera labor es formar buenas personas y luego ya se trabajará en que sean también buenos jugadores”.
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