Una operación contra la mafia se salda con 80 detenidos en Italia y Estados Unidos
Una importante operación policial se saldó ayer con el arresto de unas 80 personas en Italia y Estados Unidos, todas ellas vinculadas con las principales familias de la mafia siciliana -'Cosa Nostra'-- y el narcotráfico internacional.
Las órdenes de detención fueron emitidas respectivamente por la magistratura neoyorquina y la de Palermo --capital de Sicilia (Sur de Italia)--, en el ámbito con la investigación 'Old Bridge' (Viejo Puente), que llevaba tiempo intentando sacar a la luz el entramado con el que 'Cosa Nostra' controlaba los circuitos internacionales de la droga.
En Palermo, fueron detenidas una veintena de personas, mientras que las otras 60 órdenes de arresto fueron emitidas desde Nueva York, donde, debido a la diferencia horaria, todavía se están efectuando los arrestos.
Según las investigaciones, que han durado alrededor de dos años, las familias americanas de 'Cosa Nostra' estaban intentando organizar la 'readmisión en Sicilia de algunos de los cabecillas que tuvieron que exiliarse de Italia con ocasión de la sangrienta guerra entre clanes que se desencadenó en los años ochenta.
Se trata de la denominada 'segunda guerra de mafia' que estalló como consecuencia del cambio de estrategia en la estructura criminal, que había pasado del contrabando de cigarrillos al tráfico de drogas. La debilitación de las familias tradicionales provocó un conflicto interno que terminaría con la vida de un millar de personas.
Algunos de los exiliados de entonces habrían sido ahora readmitidos en las redes de la mafia siciliana, principalmente, para controlar las rutas del narcotráfico.
Las detenciones del jefe mafioso Bernardo Provenzano en abril de 2006 --que había conseguido huir de la Policía durante décadas y se había convertido en 'il capo dei capi' (el jefe de los jefes)-- y de su supuesto sucesor --Salvatore Lo Piccolo--, aportaron pistas cruciales para la desarticulación de la nueva 'Cosa Nostra' en su intento por reorganizarse.
La operación fue recibida por las autoridades del país transalpino con gran satisfacción, empezando por el primer ministro dimisionario, Romano Prodi, que habló de una “brillante” actuación policial, que “testimonia el grande esfuerzo que ha puesto el Gobierno y que continúa todavía hoy” en la lucha contra la mafia.
Tras la disolución de las Cámaras por parte del presidente de Italia, Giorgio Napolitano, el Gobierno Prodi permanece al frente del país sólo en funciones, a la espera de la celebración de nuevas elecciones, que tendrán lugar los próximos 13 y 14 de abril.
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