UPA tacha de “inviable” la extracción prevista en el Plan de Gestión de Lobo
El secretario de Organización de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Nestor Alcolea, ha definido hoy como “imposible” el protocolo de extracción previsto en el Plan de Gestión del Lobo y ha calificado de “peligrosas” algunas medidas preventivas.
Alcolea ha ofrecido una rueda de prensa, junto con ganaderos afectados por la presencia del lobo, en la que ha relatado el caso de un ganadero de Canales al que, en tres años, el lobo le ha matado 250 ovejas; y otro al que este año le ha matado 80 y 50 han desaparecido.
El responsable sindical ha visto cómo en el plan de gestión elaborado por el Gobierno de La Rioja “prevalece la sobreprotección del lobo sobre la supervivencia de la ganadería extensiva”. De aprobarse, ha dicho, “la ganadería extensiva en la Sierra riojana está condenada a la desaparición”.
UPA calcula que, actualmente, hay en la comunidad cuatro manadas de lobos de seis ejemplares cada una; una presencia que va creciendo y que ha creado un problema que antes, han dicho, no existía.
El área de influencia del lobo, ha relatado Alcolea, se ha ido ampliando desde las Siete Villas, la zona que “históricamente” más daños ha sufrido, por el resto de valles de la comunidad autónoma.
En este contexto, el Gobierno de La Rioja ha elaborado un plan de gestión que, ha dicho, “no ha tenido en cuenta buena parte de los acuerdos derivados de la Mesa de la Ganadería Extensiva y el Lobo”. Con él, ha indicado, “es sencillamente imposible creer que es viable la extracción de un solo lobo” por los “trámites y trabas burocráticas” una vez que se superado el umbral de ataque.
“Además”, ha añadido, “el plan adolece de ningún criterio científico para determinar una densidad máxima de lobo en convivencia con la ganadería extensiva”.
Ha advertido, además, de que, “técnicamente, algunas de las medidas preventivas pueden resultar peligrosas para la propia cabaña ganadera”. En este sentido se ha referido a los “corrales mal diseñados donde, en un ataque, se provoca la muerte de las ovejas por asfixia”.
UPA también critica que las indemnizaciones no contemplan aspectos tan importantes como los gastos de veterinario asociados a los animales heridos, así como tampoco contempla indemnizar las reses que desaparecen y de las que no se encuentra el cadáver.
Tuberculosis
Alcolea también se ha referido a los resultados que están empezando a arrojar la campaña de saneamientos de tuberculosis, ante los que esta organización pide un incremento en la indemnización para los animales que resultan positivos, que lleva congelado desde el año 2011.
También, que para ningún ganadero suponga un coste a su cargo el saneamiento obligatorio de los terneros destinados a cebadero.
Para UPA, todos los gastos y costes directos e indirectos que vienen asociados a cada saneamiento por tuberculosis, incluyendo mano de obra propia y externa, mantenimiento de animales cerrados (agua y alimentación) deben ser asumidos por la administración.
Junto a esto, UPA pide una revisión de las actuaciones destinadas a la mejora de la gestión del ganado frente a la tuberculosis, prometidas durante el año 2022 y no ejecutadas por parte de la Consejería de Sostenibilidad.
Por último, demanda que una explotación que ha salido positiva tras un saneamiento sea considerada limpia una vez que sacrifique a los animales afectados.
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