Vecinos de Madre de Dios piden una política de movilidad que priorice en seguridad
La asociación vecinal Madre de Dios, ante el reciente atropello sufrido por dos niñas en la calle Manzanera, quiere manifestar “la solidaridad y apoyo del barrio” a las menores y sus familias poniéndose a su disposición “para cuanto podamos contribuir en su pronto restablecimiento y retorno a la normalidad”.
Según recogen en un comunicado de prensa, “este atropello viene a sumarse a la ya excesivamente larga lista de los que se vienen produciendo tanto en nuestro barrio como en el conjunto de la ciudad y reflejan un problema que no nos resignamos a contemplar como un fenómeno inevitable”.
La movilidad ciudadana, en tanto que derecho universal, “ha de guiarse por principios y criterios que, en primer termino, han de proteger la vida y especialmente la de los más vulnerables”.
Una mirada al mapa de accidentes que se vienen registrando en Logroño ponen “claramente de manifiesto que estos criterios no se están cumpliendo, por lo que resulta evidente la urgente necesidad de revisar en profundidad esa política. Mirar para otro lado no es una opción”
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La Asociación Vecinal Madre de Dios, desde hace tiempo viene reclamando una política de movilidad basada en la seguridad y la protección de los derechos de los más vulnerables (niños y niñas, personas con discapacidad, mayores...) para quienes ese derecho es tan exigible como para cualquier otro.
Desde esa perspectiva, ha venido acompañando la reclamación de los vecinos ante el Ayuntamiento de diversas iniciativas de pacificación del tráfico en puntos muy significativos del barrio que “volveremos a trasladar a los responsables políticos, aunque, lamentablemente, la nueva llamada de atención tengamos que hacerla de la mano de tan triste evidencia”
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La Asociación Vecinal Madre de Dios está empeñada, además, en desarrollar “una actitud constructiva y pro-activa ante un tema tan importante para los vecinos como es la movilidad, que yendo mucho más allá de los problemas asociados al tráfico rodado, aborde aspectos tan cruciales como las rutas seguras de los niños hacia los colegios o los lugares de recreo; el acceso de los mayores a sus recursos de ocio o de cuidados y en general, la construcción de una ciudad accesible para todos y amigable, que fomente la convivencia y el encuentro, en la seguridad de que lejos de enfrentar los derechos de unos frente a los de otros, podemos construir un barrio y una ciudad en la que quepamos todos”.
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