Vedanta Resources, contra la pared
El Gobierno del Reino Unido critica la empresa británica Vedanta Resources en relación con su trato al pueblo indígena de los dongria kondh en Orissa, India. Se trata de una condena a la que han precedido nueve meses de investigación sobre una queja remitida por Survival International contra la propuesta de Vedanta de abrir una mina de bauxita en la montaña sagrada de los dongria kondh. Dicha queja, confirmada por el Gobierno, se presentó dentro del marco que ofrecen las Líneas Directrices para Empresas Multinacionales de la OCDE (principios básicos para el comportamiento empresarial ético).
En dicho ataque contra la empresa británica, el Gobierno concluyó que Vedanta “no respetó los derechos de los dongria kondh”, “no consideró el impacto de la construcción de la mina sobre los derechos [de los indígenas]” y “no logró poner en marcha un mecanismo de consulta adecuado y a tiempo”. Finaliza con una conclusión demoledora: “Es esencial un cambio en el comportamiento de la empresa”.
Según declaraciones de Arundhati Roy, prestigiosa escritora ganadora del Booker Prize: “Si se permite a Vedanta continuar con sus planes de abrir una mina de bauxita en las colinas de Niyamgiri, en Orissa, esto conducirá a la destrucción de todo un ecosistema, así como a la destrucción de la comunidad indígena de los dongria kondh y finalmente de todos aquellos cuya forma de vida depende de dicho ecosistema”.
Por su parte, Martin Horwood, diputado británico y presidente del All-Party Group for Tribal Peoples (Grupo Interparlamentario sobre Pueblos Tribales), ha declarado al respecto: “Estoy encantado de que el Gobierno del Reino Unido haya emitido este veredicto de condena contra Vedanta. Es otra poderosa prueba de que Vedanta tiene que cambiar de forma radical el modo en que trabaja.”
Por su parte, fuentes internas a Survival han manifestado: “Estamos muy contentos de que el Gobierno del Reino Unido por fin haya intervenido en este asunto: es ya uno de los proyectos de minería con peor fama del mundo. Vedanta ni siquiera informó a los dongria kondh acerca de sus planes de convertir su montaña sagrada en una enorme mina a cielo abierto, aunque al pueblo le corresponde el derecho, bajo el amparo del derecho internacional, de dar o negar su consentimiento. Se trata de algo que, después de todo, tendrá un terrible y dramático impacto en sus vidas.”
Con esta dura crítica del Gobierno, Anil Argarwal (accionista mayoritario de Vedanta) se enfrenta a su tercera situación embarazosa en sólo cinco meses: el pasado mes de junio se le retiró un galardón medioambiental en el último momento, cuando el jurado conoció algunos detalles de la mina en Orissa, y en agosto el Ministro de Medioambiente indio admitió que el proyecto nunca debería haber sido aprobado.
Más información en Survival.
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