La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Victoria con lo justo

Victoria con lo justo

Rioja2

0

Los resultados mandan y los entrenadores, como expuso Carlos Pouso en la rueda de prensa posterior, viven de lo que ocurra el domingo. Con ese sesgado análisis, el UD Logroñés tuvo un buen domingo tras reencontrarse con la victoria en Las Gaunas. Sin embargo, no todo fue tan redondo. Quizá el marcador sí, pero el juego y las sensaciones -durante 70 minutos-, tampoco. Porque este equipo no demuestra la frescura y la chispa que arrojaba en los primeros meses de competición. Porque el bloque blanquirrojo apenas generó una ocasión, la del gol, en algo más de 90 minutos. Porque el cuadro riojano, algo ya apuntado, se ha vuelto previsible en ataque y menos consistente, de lo requerido, en las labores defensivas cuando pierde la pelota.

Pese a todos estos males, y alguno más, hay que darle el mérito a la UDL por sumar 3 puntos con su único tiro entre los tres palos y no permitir, desde el gol marcado, ni una oportunidad a su oponente. Sin duda, lo único positivo de un choque en el que Miguel, criticado en ocasiones, volvió a mantener a flote a los suyos con dos intervenciones soberbias, de ésas que empujan a los compañeros, que transmiten confianza por si se comete un error. No vale de excusa un campo irregular -Pouso lo dejó caer-, ya que ambos conjuntos se baten en idéntico escenario. La adaptación es fundamental y este UD Logroñés ya ha tenido que convivir, y casi siempre con derrotas como visitante, cuando se ha encontrado con este tipo de dificultades.

Terreno de juego irregular

Que sí, que no facilita lo trabajado durante la semana. Perfecto. Pero hay otros aspectos que quizá sí que se deberían manejar cuando es imposible poner en práctica lo fabricado en los entrenamientos. A eso se le llama poso, saber competir, ser consciente de lo que hay en juego y, por lo menos, transmitir algo más. Cosa que, por ejemplo, supo hacer con el marcador a favor. Los silbidos durante fases del choque no son gratuitos -aunque sí un poco precipitados-. Tampoco ayuda que si el rival tira dos veces seguidas a portería y Miguel realiza dos paradones, la grada empiece a mostrar sus dudas. Aunque también es lo que se quiere, estar arriba y esa presión también hay que saber llevarla.

Quizá el problema esté ahí. En que a la UDL se le exige en función de sus tres primeros meses, pletóricos de magníficos resultados. Una vez probadas las angulas no es de buen gusto volver a las gulas. Pero es lo que toca. Y cuanto antes se asuma esa presión -ya va siendo hora-, el rendimiento volverá a aflorar. De hecho, el triunfo con lo justo ante el Avilés pueder servir para ganar en autoestima, para corregir errores y saltar al césped, artificial o natural, con hierba alta o baja, con barro o sin él, con las ideas claras, sin precipitación, con aires de tranquilidad cuando las cosas no funcionan, con mayor personalidad -terreno en el que entran los futbolistas, los de verdad-.

Que haya que esperar 70 minutos en Las Gaunas para ver un remate tras un centro lateral, marca de identidad esta temporada de la UDL, indica que algo falla. Sea lo que sea. Y en ello debe insistir Pouso en los próximos días: en que la pelota llegue en mejores condiciones al costado, que sus rematadores vayan con opciones de éxito... De partida, el cuadro riojano buscó la velocidad y el desborde. Joel Valencia e Íker Alegre, muy grises, por fuera con Menudo, inexistente, por dentro. Chevi y Muneta parecía que ayer se llevaban mal, que no se querían o no podían asociarse, y eso repercute, demasiado, en Jacobo Trigo que debe multiplicarse para tapar todos los agujeros.

Era evidente que la posesión inicial de los blanquirrojos fue estéril. El ritmo frenético que quiso imponer el equipo local se fue desvaneciendo con constantes interrupciones que trabaron un duelo que se volvió áspero. Ahí el Avilés se encontraba más cómodo para lanzar transiciones, cierto que sin consecuencias en la primera parte. Porque en el arranque del segundo tiempo los de Josu Uribe pudieron llevarse los 3 puntos. No hubiera sido algo extraño. Dos contras, protestadas por los locales por faltas en el robo, que generaron dos grandes oportunidades para Badín y para Borja García. Pero Miguel, con dos manos, una a cada lado, desbarató los intentos avilesinos.

Gol de Camochu

Y el que perdona... pues lo acaba pagando. Muneta ya había avisado de cuál era la única manera de poder intimidar a Alejandro. Centro lateral y remate. El zurdo la puso en el área pequeña y Borja García, en su intento de despejar, casi la pone en la escuadra. Así vino el tanto del triunfo. Con Titi y Camochu ya en el campo, hasta el momento, su participación había sido intranscendente, la UDL hilvanó su único centro y remate del partido. Suficiente. La conexión asturiana funcionó cuando el hasta hace bien poco '9' de los blanquirrojos cruzó de cabeza para superar al meta del Avilés. Un tanto de los que deben hacer crecer a Camochu, desaparecido de las alineaciones y sin la mordiente de 2014.

Con el 1-0 y con 20 minutos por jugar, curioso, sí que se vio a un equipo con hechuras. Consciente de lo que había en juego, sabedor de que no podía retroceder, que tenía que evitar meterse en su campo. Las dudas estaban despejadas porque si previamente el UD Logroñés había mostrado carencias, ahora habían desaparecido. Lo que hacer ir por delante. Tranquilizar la mente, no ser presa de la ansiedad. Así da gusto porque los pitos se convierten en aplausos. Además, ahí no se acusó tanto el mal estado del terreno de juego.

Por cierto, en el Avilés la derrota le costó la destitución a Josu Uribe.

UD LOGROÑÉS: Miguel; Gago (Miguel Santos, min. 77), Julio Rico, Moisés, Sergio Martínez; Jacobo Trigo; Joel Valencia (Titi, min. 54), Chevi, Muneta, Íker Alegre; y Menudo (Camochu, min. 63).

AVILÉS: Alejandro; Cerrudo, Berna (Jandro, min. 76), Borja García, Dani López; Geni; Álex Arias, Adrián León, Badín (Jairo, min. 76), Kiu; e Ito.

GOL: 1-0, min. 70: Camochu.

ÁRBITRO: Alejandro Sánchez Alba (colegio Aragonés), acompañado por Josu Celaya Martínez y Óscar Clemente Abad. Expulsó al visitante Cerrudo por doble amarilla (mins. 40 y 91). Amonestó a los locales Julio Rico (min. 16), Gago (min. 45), Carlos Pouso (min. 59), Camochu (min. 80) y Jacobo Trigo (min. 87); y al visitante Berna (min. 12).

INCIDENCIAS: 2.418 espectadores en Las Gaunas, según datos facilitados por el club organizador.

Etiquetas
stats