Zelaya no consigue salir del país
Honduras sigue viviendo la incertidumbre política creada hace unos meses con el golpe de Estado, en el que se derrocó a Manuel Zelaya de la presidencia del país. En estos momentos, tras unas elecciones presidenciales que pocos Estados han reconocido, una de las mayores preocupaciones es el futuro de Zelaya, el cual se encuentra alojado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa.
La negativa del gobierno de facto de Roberto de Micheletti a la salida de Zelaya se debe a que el Ejecutivo en funciones sólo permitirá que Zelaya abandone Honduras como refugiado político y sin una amnistía por los cargos existentes en su contra.
Ante esta situación, los partidarios del depuesto presidente afirman que seguirán luchando para convocar una Asamblea Cosntituyente, que dé la posibilidad de adoptar un nuevo pacto social y político. La ministra de Asuntos Exteriores del antiguo gobierno de Zelaya, Patricia Rodas, ha asegurado que el pueblo dará los pasos necesarios para convocar la Asamblea Nacional Constituyente que promueva una nueva Constitución, ya que sólo la Asamblea puede sentar las bases de una nueva democracia tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
Rodas ha insistido en la importancia de que Zelaya vuelva al poder, porque supondría deslegitimar el gobierno de facto que controla el país. “Si las voluntades populares no se van a respetar porque pequeños grupos lo impiden, entonces tenemos que poner a la democracia en el tapete de la discusión, pues el pueblo hondureño eligió a un presidente y apela a su restitución”, explicó, en una entrevista al diario Prensa Latina.
Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha condenado la negativa del Ejecutivo de Micheletti
a permitir la salida del presidente depuesto. En una declaración conjunta con el presidente de Perú, Alan García, dada a conocer el sábado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil, ambos mandatarios calificaron la medida de “inaceptable”.
“Los presidentes condenan enérgicamente la inaceptable negativa de las autoridades de facto de Honduras, que desafía totalmente el Derecho Internacional,
de conceder el permiso de salida al presidente constitucional José Manuel Zelaya a México“, explica el comunicado, emitido tras la visita de Lula a Perú.
Mientras el gobierno de Micheletti ha asegurado que ningún país ha solicitado el salvoconducto
necesario para que el presidente derrocado pueda viajar hasta a República Dominicana y ha insitido en que sólo se le permitirá salir de Honduras bajo el estatus de asilado político.
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