Carmena se prepara para no aprobar los presupuestos en el Pleno si no cuenta con el apoyo del PSOE en marzo
El acuerdo entre la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para enterrar la guerra económica a cuenta de la regla de gasto tiene una consecuencia directa: la dificultad del Gobierno de Ahora Madrid para aprobar los presupuestos de 2018. El nuevo concejal de Economía y Hacienda del Consistorio trabaja en estos momentos en dos cuentas, las de la prórroga presupuestaria y las nuevas de 2018. Si en marzo el acuerdo con el PSOE no está cerrado, la alcaldesa renunciará a aprobar los presupuestos en el Pleno y tirará el resto del año con la prórroga de las cuentas de 2017, aseguran a eldiario.es fuentes del Gobierno municipal.
Aunque, como ya adelantó eldiario.es, el escollo más grande para sacar las cuentas adelante está dentro del propio Gobierno de Ahora Madrid. La división que se puso de manifiesto durante la aprobación del plan económico el pasado 18 de diciembre, y que terminó con la destitución del hasta entonces concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, sigue abierta a día de hoy dentro del grupo municipal. Los que no lo apoyaron, un total de seis ediles, no van a respaldar ahora unas cuentas que recojan los recortes que marca el plan económico pactado con Montoro por un total de 500 millones de euros. En el mejor de los casos, esa cifra de desacuerdos dentro del grupo municipal descendería a tres concejales, pero aún así Carmena no conseguiría sacar las cuentas con el apoyo PSOE ya que no sumarían mayoría.
Castaño se está encontrando con dificultades para negociar el presupuesto ya que ninguno de los concejales quiere que se toque el de su área o el de sus distritos, por tanto, el 15% que debe restarse está enfrentando a los ediles. Según ha podido saber eldiario.es, solo hay una concejal que ha puesto a disposición su área: Marta Higueras, al frente de la delegación de Asuntos Sociales, Empleo y Equidad, que a su vez es “sagrada” para los socialistas.
¿Se puede gobernar todo el año con unos presupuestos prorrogados? Sí. Lo que tendrá que hacer el Ejecutivo municipal es recortar los más de 500 millones que exige Hacienda para cumplir con la regla de gasto fijada en el plan económico, ya que la prórroga se hace según las cuentas que se aprobaron en 2017. A raíz de ahí, Castaño elaborará unos presupuestos con ese tope de gasto. La única diferencia con aprobar unas cuentas es que no tendrán que pasar por Pleno y que dificulta las subvenciones nominativas que para volverse a otorgar deberán aprobarse, estas sí, por el Pleno.
Sin borrador con el que negociar
“Si en marzo no tenemos un acuerdo de presupuestos seguiremos ya con la prórroga ya que es más contraproducente tener unas cuentas aprobadas en mayo que la prórroga”, aseguran fuentes del Gobierno municipal. Desde el Ayuntamiento reconocen a este medio que no aprobar unas cuentas es negativo por el hecho de que es poner en evidencia que no se tiene el apoyo de la oposición para llevar a cabo las políticas y por tanto no hacerlo es un “fracaso”.
Lo cierto es que, a 30 de enero, el PSOE todavía no ha recibido ningún borrador de presupuestos sobre el que negociar. “Cada día que pasa es más grave que no tengamos ni mal borrador sobre el que hablar”, aseguran fuentes socialistas, “si esperan entregarnos algo y que rápido y corriendo les apoyemos que sepan que nosotros nos lo vamos a tomar con seriedad, nuestra intención no es ralentizar, pero tampoco lo vamos a tomar a la ligera y más teniendo en cuenta que se va a aplicar recortes importantes”, añaden. “De todas formas, mientras no haya un borrador es darle vueltas al vacío, ya que cuando nos presenten algo sabremos si es negociable o no”, concluyen estas fuentes.
Desde el PSOE tampoco tomaron con agrado las palabras de Manuela Carmena en las que aseguraba que el PSOE debía apoyar los presupuestos “para garantizar los derechos de los ciudadanos”. Fuentes socialistas recuerdan a la alcaldesa que no les “preguntó” cuando pactó el plan económico con Montoro y que para sacarlo adelante ya “contó con un aliado, el PP”. “Ese juego de echarle la culpa a los demás no nos gusta. Solo nos podrá hace unos presupuestos sin aplicar los recortes a los que se comprometió”, aseguran desde el grupo municipal del PSOE.
La esperanza: IFS
La partida presupuestaria destinada a fines sociales, la de Transferencias corrientes, sufre un recorte, según el plan económico, de más de 50 millones en el plan económico: pasa de 215 millones en 2017, a 163 millones en 2018. Serán recortes sobre recortes porque el Ayuntamiento ya ha tenido que realizar desde los últimos dos meses ajustes en las cuentas de este año. La liquidación de los presupuestos de 2016 en esta partida fue de 212 millones, por tanto, para el último año antes de elecciones el gasto social se va a reducir un 24%.
El plan económico cerrado entre la alcaldesa y el ministro de Hacienda también supone un importante recorte en el presupuesto para inversiones de 85 millones de euros para 2018 respecto a este ejercicio, un 28% menos. Si se compara con lo que se destinó en 2016, la reducción en esta partida es de 273 millones. La caída en dos años es de 350 millones.
La cifra para inversiones será de 140 millones para el Ayuntamiento y las empresas municipales. Una sentencia judicial derivada de las expropiaciones para la M30 contra el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón va a reducir todavía más el ya mermado presupuesto para obras públicas en 2018. Cerca de 70 millones de euros, de los 210 millones presupuestados para inversiones, tendrán que destinarse en enero a pagar la condena judicial.
La esperanza del Gobierno municipal pasa por las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) que se pagan con el remanente de tesorería. Pero aunque el Ayuntamiento ha cerrado las cuentas con superávit, tiene que esperar a que el Gobierno de Mariano Rajoy apruebe una disposición en los Presupuestos que dé luz verde a estos gastos. El ejercicio anterior la aprobó en junio, y dada la prórroga presupuestaria para este año, la salida de esta medida parece que volverá a retrasarse a mediados de año. Eso implica que muchas de los proyectos no llegarían a hacerse antes de elecciones de 2019. Además, no puede destinarse a obra nueva.
“Lo que demuestra que no hay dinero para nada es que nos están pidiendo que todos los proyectos para este año lo pasemos por IFS en algunos casos rozando la propia ley, se queja uno de los trabajadores del Ayuntamiento a este diario.
A Carmena le espera un año sin apoyos de la oposición en el Ayuntamiento si no consigue sacar adelante las cuentas municipales, con una ofensiva del PP cada vez más centrada en los tribunales. En este contexto, la alcaldesa debe decidir si quiere repetir como candidata de Ahora Madrid para las municipales de 2019, una decisión que su entorno confía que desvelará antes de verano.