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Renfe dice que no hubo “razones racistas” en la agresión a un joven negro en Cercanías pero abre una investigación

Europa Press

Renfe ha negado este viernes que detrás de la actuación de los agentes de seguridad que detuvieron a un joven negro porque se negó a enseñar su billete hubiera “razones racistas o xenófobas”. Han informado, además, de que han abierto un procedimiento de oficio para aclarar lo ocurrido.

Argumentan que los agentes de seguridad actuaron ayer en Atocha “a solicitud de viajeros que, desde el andén, no podían acceder al tren”. El suceso se produjo ayer jueves a las 11.50 horas en la estación de Atocha, donde “se desalojó a un viajero que se encontraba en el interior de un tren dificultando la entrada y salida de otros viajeros que, desde el propio andén, se dirigieron al personal de Renfe para quejarse de la situación”, han indicado desde la compañía en un comunicado. Sin embargo, en el vídeo grabado por una persona presente en el tren se ve que el joven no está situado en la puerta.

Según han podido confirmar varios testigos a eldiario.es, los dos guardas de seguridad se subieron en Atocha al tren y se dirigieron al joven, que se encontraba sentado con un patinete eléctrico, y le solicitaron que les mostrase su billete. Antes de instar al chico a que demostrase que había pagado la tarifa correspondiente para poder viajar en el tren, no habían hablado con ninguna otra persona, a pesar de que el vagón estaba lleno. 

Según explica Renfe, “en el interior del tren había un objeto, que portaba el viajero, que impedía la salida y entrada del vehículo”. “Los vigilantes de seguridad se dirigieron a este viajero para que abandonara el tren mientras se aclaraba la situación. Ante su negativa, se produjo un forcejeo que acabó en el andén con la intervención de la Policía Nacional que, por alteración del orden publico, trasladó al viajero desalojado a comisaría”, han informado.

A la comisaría también acudió uno de los vigilantes para interponer una denuncia por las lesiones que había sufrido durante el forcejeo. El tren pudo finalmente cerrar las puertas y salió de la estación de Atocha con un retraso superior a los 15 minutos, indican en Renfe.

Renfe hace hincapié “en que la actuación de los agentes de seguridad se produjo como consecuencia de la actuación de un viajero que estaba perjudicando al resto del pasaje, que se había quejado, en ningún caso por razones racistas o xenófobas”.

Además, la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado ha presentado este viernes una denuncia ante el Defensor del Pueblo por una presunta agresión racista cometida por vigilantes de seguridad en Cercanías, ha informado la entidad en un comunicado.

Los denunciantes, que acompañan la denuncia con un vídeo grabado por un viajero, exponen que la pareja de vigilantes “excedieron sus competencias exigiendo la identificación de una persona racializada”. Este usuario de Cercanías “solicitó la presencia de un revisor, como indica la normativa de Renfe, extremo que fue negado por los agentes de seguridad, que procedieron a insultarle y maltratarle”.

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