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Así funciona el primer municipio de Madrid que compra directamente la energía que consume

Farolas led instaladas por el Ayuntamiento de Rivas.

Sofía Pérez Mendoza

Comprar energía en el mercado libre para ser independientes de las grandes eléctricas. El Ayuntamiento de Rivas, gobernado por una candidatura de confluencia de IU, Equo y Podemos, es el primer municipio de Madrid que ha adoptado este modelo de “soberanía energética” que permite saltarse a las comercializadoras y ahorrar en la factura porque es la propia administración la que adquiere directamente en las subastas diarias la electricidad que consume.

Rivas funciona así desde hace un mes en tres de los puntos de mayor consumo: el edificio de alcaldía, dos polideportivos, un auditorio y una escuela infantil. La idea del consistorio es que todos los centros municipales y el alumbrado de la calle se nutra de esta energía a finales de 2018.

“En este primer mes hemos ahorrado un 20%. Nos quitamos intermediarios que te cobran por hacer el contrato de la luz, esa parte no tiene ningún valor añadido, y además nos permite ajustar al máximo los patrones de consumo. Compramos cada día en función de lo que vamos a consumir. Es una decisión política, para desligarnos lo más posible del oligopolio, pero también una cuestión de eficiencia energética”, explica la concejala de Hacienda, Sira Rego.

Este ayuntamiento, de tamaño medio, gasta al año algo más de dos millones y medio de euros en electricidad, según datos del propio consistorio. Con este modelo, esperan ahorrarse medio millón anualmente. “Teniendo en cuenta cómo están las cosas con Montoro, que nos tiene ahogados, ese dinero nos viene muy bien y revierte en los vecinos”, dice la concejala.

El procedimiento para comprar energía es largo y requiere licencias. Primero, hay que darse de alta como “gran consumidor” en el Ministerio de Industria, un paso que obliga a tener permiso de tres entidades: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), OMIE (la empresa que gestiona el mercado eléctrico) y Red Eléctrica. Solo este proceso llevó a la administración local nueve meses.

Después, explican, contrataron a una empresa especializada para comprar en las subastas. “Hasta ahora, las eléctricas no nos daban la factura detallada. Este nuevo sistema es más eficiente porque se controlan de forma exhaustiva todos los consumos en cada punto de luz, con precisión. Así somos más conscientes del gasto y podemos ajustar cualquier desfase que detectemos en la potencia contratada, con el consiguiente ahorro económico”, detalla Sira Rego.

La transición energética gana terreno

Otros dos municipios de España llevan años funcionando con este modelo: Avilés (Asturias) y Canfranc (Huesca). El Ayuntamiento de Madrid anunció hace medio año un proyecto piloto de compra directa de electricidad “prescindiendo de intermediarias y ajustando el consumo a las necesidades reales”, una medida incluida en el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático. La administración dirigida por Manuela Carmena está identificando los puntos de suministro que se incorporarán a este modelo, con el que prevén suministrar en una primera fase a entre cinco y diez edificios y ahorrar un 7% en la factura.

La transición energética va ganando terreno en los ayuntamientos españoles. Más de 700 con una población que suma 12 millones de habitantes (más de una cuarta parte del total de toda España) habían contratado el año pasado a comercializadoras certificadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a través de un sistema de garantía de origen que acredita la procedencia 'verde' de la energía que compran esas empresas en el mercado para venderla a sus clientes.

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