A la espera de los arreglos para estrenar la última plaza de Chamberí en ser renovada

La empresa Serveo (antigua Ferrovial) continúa arreglando elementos de la plaza del Teniente de Alcalde Pérez Pillado, una de las más escondidas de Chamberí y que lleva más de un año de obras. Solo quedan los últimos retoques después de que el pasado 31 de mayo acabara el plazo oficial de unas obras que se han dividido en tres fases.

Pese al aparente fin de la obra coincidiendo con las elecciones, el Ayuntamiento de Madrid encontró deficiencias en la recepción de los trabajos a principios de julio. Fue entonces cuando informó a Serveo que tendría que subsanar varias deficiencias para dar por completado su trabajo.

Por este motivo, el vallado alrededor del parque infantil se mantiene, así como en la zona de pérgola o en el área canina de la plaza. Solo se permite el paso por la calzada que parte en dos este espacio. Pese a las vallas, vecinos de Chamberí están utilizando estas zonas infantiles.

Una reforma larga y polémica

Pocas obras habrá en Madrid que se hayan extendido tanto en el tiempo. Casi cinco años después de que se fijara el primer proyecto para la plaza del Teniente de Alcalde Pérez Pillado, la Junta de Chamberí intentó llegar antes de las elecciones a terminar unas obras muy esperadas en el barrio y discutidas por los vecinos, unos a favor y otros en contra de un proyecto urbanístico por la que llegó a haber incluso una manifestación.

El proyecto original incluía montar un circuito para bicicletas y una pista de hockey sobre esta escondida plaza de Chamberí, al lado de la calle Vallehermoso y a un paso del parque del Canal, pero que pocos habitantes de Madrid conocen por su disposición cerrada en torno a edificios de viviendas. A su llegada a la Junta de Chamberí, el concejal Javier Ramírez (PP) decidió echar atrás la reforma, anulando incluso la adjudicación que el consistorio había otorgado a Eulen. En el año 2020 encargó un nuevo proyecto para la plaza y el tiempo siguió corriendo sin que su aspecto cambiara.

Las obras llegaron después, con una reforma muy conservadora que reordenaba los espacios. Los vecinos pedían una plaza “más verde y con sombras” y el proyecto incluye, como principal novedad, una pérgola de madera en la que todavía tienen que crecer las plantas para proteger a los vecinos del sol.