El instituto Jaime Vera de Tetuán: una Babel de 24 nacionalidades donde los alumnos se enseñan sus lenguas entre sí
El pasado 5 de marzo se celebró en el Instituto Jaime Vera el Festival de la Lengua Materna, una costumbre que, después de tres ediciones, ha arraigado en el centro. Teresa Cancelo es profesora de inglés y, hace tres años, se le ocurrió utilizar como pretexto el Día Internacional de la Lengua Materna de la UNESCO para diseñar una actividad de su asignatura. Un ejercicio que casaba perfectamente con las necesidades de la materia y con la composición social del instituto, donde conviven diariamente alumnos y alumnas de muy diversas procedencias.
En aquella primera ocasión, que se hizo en el aula, los alumnos enseñaros sus lenguas a sus compañeros. Aquellos de procedencia filipina enseñaban palabras en tagalo o llocano, otros hacían lo propio con sus lenguas maternas, así fueran el chino, taiwanés, guaraní o quechua, por ejemplo. Todos compartían una tabla con las correspondencias en inglés de dichas palabras.
La experiencia se completó con la lectura de poemas de sus culturas en la biblioteca durante los recreos. La experiencia entusiasmó a todo el mundo, incluso a una inspectora educativa que hacía su trabajo en el centro por aquellos días.
Al año siguiente, el Festival de la Lengua Materna del Jaime Vera creció y se trasladó al gimnasio, sobre todo porque los alumnos querían mostrar a sus compañeros sus bailes de referencia. Fue una semana entera de presentaciones entre compañeros que involucró ya a más departamentos y clases.
Este, como todos sabemos, no ha sido un año normal. Con las restricciones derivadas del Covid, el gimnasio no era una opción y el equipo directivo del colegio diseñó un festival por la tarde para que esta joven tradición de intercambio cultural pudiera continuar.
Los chicos y chicas del instituto, una vez más, hicieron y expusieron sus presentaciones sobre sus países en inglés, que sus propios compañeros puntuaron, y el viernes por la tarde hicieron el festival con aforo limitado.
“Las presentaciones son muy bonitas, están hablando de cosas que llevan muy dentro, es muy profundo y sentimental”, cuenta Cancelo. El día del festival asistieron, además de los alumnos y alumnas –los verdaderos protagonistas–, el poeta, actor y dramaturgo Liki Loribo, de Guinea Ecuatorial, y la actriz y poeta cubana Nataly Jorge.
El festival y su proceso de elaboración es la celebración de la diversidad que conforman el IES Jaime Vera, como otros centros educativos del distrito de Tetuán. El Jaime Vera es un instituto con aula de enlace (acoge a alumnos que llegan de países de habla no hispana y necesitan un proceso de adaptación antes de poderse incorporar al cien por cien de las clases, con el resto de compañeros, en el aula regular). En este momento hay 24 nacionalidades conviviendo en el IES Jaime Vera.
La convivencia es el orgullo del instituto. “Llevo trabajando en esto desde 1996, he estado en muchos centros y no he visto una coexistencia mejor, no hay guetos, todos juegan juntos y todo el mundo es bienvenido”, confirma la profesora de inglés.
Según el padrón municipal de 2019, Tetuán era en ese momento el quinto distrito de la ciudad con más inmigración, con un 29,5% de personas nacidas en otro país. Hay que tener en cuenta, además, que se trata de un distrito que acogió muy tempranamente los flujos migratorios, por lo que hay ya distintas generaciones de españoles cuyas familias proceden de otros países. Los barrios con mayores porcentaje de inmigración están en la orilla oeste de Bravo Murillo (Berruguete, Bellas Vistas y Valdeacederas), pero todos los barrios del distrito superan la media de la ciudad, lo que, sin duda tiene su reflejo en los centro educativos. A menudo, anidan prejuicios asociados a la inmigración que ejemplos como el de este festival del IES Jaime Vera ayudan a desmontar.
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