Cuando nació, el primer golpe de efecto fue tremendo para sus padres, dos profesionales del área sanitaria de Valladolid que rápidamente se rehicieron y empezaron una larga carrera que ayer dio sus frutos. La pequeña Ángela ya no lo es. Aquella Ángela vivaracha, que saludaba efusivamente con pocos años de vida, es hoy concejala, y en su Valladolid natal, la ciudad en la que ha luchado para lograr lo que hoy ha conseguido: normalizar su Síndrome de Down.
Sus padres, Isabel y Ángel, tuvieron claro en sus inicios que la lucha había comenzado. Lo fueron haciendo, poco a poco, con la gran ayuda de Lara, la hija mayor, que tampoco se quedó atrás en su infatigable espíritu para que Ángela tuviese una vida normaliza, pese a aquel primer mazazo cuando le diagnosticaron el Down.
Peleas, trabajos, intervenciones quirúrgicas... Todo ello, aderezado por un apoyo constante de su familia en sus estudios. Isabel, la madre, no cejó ni un momento en estar junto a ella para conseguir lo que ahora tiene: una hija concejala. Ángel, su padre, luchó día a día, incluso noche a noche, para lograr lo que hoy ha podido ver: su hija jurando el cargo ante la Constitución española.
Ángela Bachiller es, desde ayer, la primera concejala con síndrome de Down de España, y ha jurado su cargo en el Ayuntamiento de Valladolid, donde ha levantado una gran expectación mediática por los años que lleva luchando, junto a su familia, por lograr que se la integre y tener una vida normalizada.
Esta joven concejala, que es auxiliar de administrativo en la Concejalía de Bienestar Social de Valladolid, se sentó ayer, por primera vez, en el lugar elegido por los concejales vallisoletanos, en una imagen, que como ella mismo ha definido, es de “normalidad e igualdad”. Eso sí, “emocionada” desde el principio al fin del acto.
La nueva concejala ocupó el puesto número 18 en la candidatura del PP en las últimas elecciones municipales y ahora sustituirá en el sillón de concejal a Jesús García Galván, uno de los 17 ediles que tiene este partido en el Ayuntamiento pucelano.
Tras el acto, Ángela, acompañada por el alcalde vallisoletano, Javier León de la Riva, sólo le ha podido dar las “gracias por todo, por haberme dado la confianza”. Eso sí, ha tenido tiempo de recordar que ha llegado al puesto de concejala, en el lugar de Jesús García Galván que dimitió al ser juzgado en el 'caso de Arroyo' porque la política le “gusta”.
Ángela Bachiller ha cumplido un empeño que tuvo desde que Isabel y Ángel, sus padres, le inculcaron: no es diferente a los demás, una idea que sido su verdadero espíritu. El de la primera concejala con Down de España. Y de sus padres y hermana. No es diferente. Su vida es normal.
