La Meseta es un nuevo blog en el que Castilla y León se abre a la red, sin cortapisas, sin presiones y con un único objetivo: informar, contar, relatar. Informar lo que ocurre esta Comunidad Autónoma sin que nadie imponga sus criterios. Contar lo que habitualmente no se encuentra ni en la Red ni en papel. Relatar opiniones de los que tengan algo de qué opinar. Todo ello pensado para una tierra mesetaria, en la que apenas hay sobresaltos, y con la pretensión de aportar un grano de arena para el avance intelectual y material de esta región.
Consenso, con senso, consenso
Con la muerte del presidente Adolfo Suárez no paramos de escuchar la palabra consenso. La Transición Española tuvo su base en ello, impulsado principalmente por quien ostentaba el poder, nos guste o no reconocerlo en ocasiones, por nuestra posición ideológica y vital. Transición que ha sido ejemplo en muchos países del mundo sobre todo por esa oda al consenso incansable y real, aún con el menoscabo que este supuso para muchos, los que fuimos vencidos, del resarcimiento, que no venganza, de nuestra dignidad y reconocimiento por la represión franquista tras la Guerra Civil.
Todos los procesos políticos de transición a la Democracia tras una Dictadura, llevan consigo grandes decisiones políticas y una reforma política de tal calado que en muchos países éstas han sido imposibles de asentarse y triunfar en muchos países, y han sido muchos los intentos en algunos países, algunos países han dado por terminada su transición y todavía existen expertos que no la dan por cerrada. En nuestra Transición se dan distintos momentos, por distintos estudiosos de ésta, sobre su final, yo personalmente me quedo con el momento en que gana las elecciones por mayoría absoluta en el año 1982 el Partido Socialista Obrero Español. Las razones de ello son múltiples pero supone la ruptura total de nuestros gobernantes con rémoras del Franquismo, o por haber sido algunos de los que “acompañaron” a Suárez y Calvo Sotelo en sus gobiernos políticos vinculados a la historia de lo conocidos como los “hombres del Generalísimo”.
El papel de Suárez en todo el proceso fue esencial, y lo fue para que el 23 de febrero de 1981 no triunfara, lejos de imágenes de valentía frente a las “fauces del odio”, que se repiten sin cesar en las televisiones, el fallido golpe de Estado supuso que nuestra Transición no fuera fallida y no volviera la represión y persecución de “los vencidos” por aquellos que estaban expectantes, en el último pueblo de España, para “dirigirse a las casas” de muchos hombres y mujeres que ya en 1979 habían dado el paso de presentarse a ser alcaldes y alcaldesas de sus pueblos y ciudades en las primeras elecciones democráticas.
Tenía 9 años en esa fecha, mi padre tenía 35 años, había sido elegido alcalde de Villamayor, un pueblo de Salamanca. Recuerdo el miedo en mi casa, en el rostro de mis abuelas, en el de la recia Esmeralda, viuda vestida de negro de los pies a la cabeza y su moño, y en el de la abuela Teresa que lloraba sin consuelo. El abuelo Pepe apoyado en su bastón con la mirada al infinito, y un ir y venir de gente, con miedo, a una de “esas casas” donde irían, además, a la primera.
Por ello hoy reivindico, a pesar de que reciba reproches, porque en ocasiones en estos días ocurre, por parte de amigos y compañeros de lucha que en ocasiones se encaran y te increpan, cómo si nosotros y nosotras, los hombres y mujeres del Socialismo en España no tuviéramos derecho a indignarnos o defender, que esta Transición no fue perfecta, pero que es un tiempo distinto y un momento distinto y que pasados los años de democracia ha llegado el tiempo de hacer algunas reformas políticas de calado necesarias para seguir conviviendo, porque, y esto lo aprendí de un viejo socialista de pueblo, las “fauces del odio” siguen ahí.
Sobre este blog
La Meseta es un nuevo blog en el que Castilla y León se abre a la red, sin cortapisas, sin presiones y con un único objetivo: informar, contar, relatar. Informar lo que ocurre esta Comunidad Autónoma sin que nadie imponga sus criterios. Contar lo que habitualmente no se encuentra ni en la Red ni en papel. Relatar opiniones de los que tengan algo de qué opinar. Todo ello pensado para una tierra mesetaria, en la que apenas hay sobresaltos, y con la pretensión de aportar un grano de arena para el avance intelectual y material de esta región.