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La marca estadounidense Fisker resucita el intercambio de baterías para eléctricos

Fisker Ocean.

Paula Ulloa

Hace años que no se habla, al menos en Europa, del sistema de intercambio de baterías que, en los albores de la movilidad eléctrica, se presentaba como un remedio plausible para la -entonces- escasa autonomía de los modelos a la venta y para la escasez de puntos de recarga, esta última aún acuciante a día de hoy en países como el nuestro. La marca francesa Renault fue la que más fe puso en esta tecnología, pero el fracaso de su iniciativa Better Place, lanzada en 2012, prácticamente sepultó el asunto en esta parte del mundo.

La californiana Tesla también puso en marcha un experimento similar, aunque pronto vio que sus clientes lo ignoraban olímpicamente dado que contaban con una amplia red de supercargadores -realmente la mejor que ha desplegado ningún fabricante de automóviles- y que además era gratuita para ellos en aquel momento.

Lo que no ha funcionado en Occidente sí ha tenido mejor fortuna en China, donde varias marcas han incorporado este sistema a su catálogo de servicios. NIO, por ejemplo, incluso lo ha exportado a su vez a Europa y Estados Unidos con buenos resultados, tanto que ha animado a otras firmas, como la norteamericana Fisker, a adoptarlo coincidiendo con el inicio de la comercialización de su modelo Ocean justamente en esos dos mercados.

El intercambio de baterías supone una interesante fórmula para abaratar el coste de poseer en coche eléctrico en propiedad. Recordemos que la batería es el componente más costoso de un vehículo eléctrico -representa al menos el 30% de su precio total-, con lo que el cliente deja de pagar una buena cantidad de dinero al poder sustituir su sistema de almacenamiento de energía en estaciones especialmente diseñadas con ese propósito. 

Fisker ha anunciado que los usuarios del nuevo Ocean, un eléctrico que ha despertado mucha expectación y cuya versión Extreme dispone de nada menos que 707 kilómetros de autonomía homologados, podrán hacer uso del sistema de intercambio de baterías a lo largo del primer trimestre de 2024.

De momento, la opción estará disponible únicamente en Estados Unidos, donde ha suscrito un acuerdo de colaboración con el proveedor local Ample. Este es conocido por contar con unas sofisticadas instalaciones en las que se dedica a sustituir baterías de alto voltaje de otras marcas de vehículos eléctricos.

Ample se presentó hace un tiempo en Europa con un servicio que empleaba baterías modulares adaptables a diferentes modelos eléctricos. Para poder utilizarlo, los fabricantes no tenían la necesidad de modificar el diseño de sus coches, sino solo dividir sus grandes baterías en distintos módulos; de esa manera, la firma estadounidense podía teóricamente añadir o retirar baterías modulares en función del espacio y la forma disponibles.

Una operación rápida

Fisker señala en su página web que la operación de cambio de batería no llevará más de 10 minutos, un poco más de lo que se tarda actualmente en llenar el depósito de combustible y pagar en la estación de servicio. Lo que no ha confirmado es si el servicio estará abierto a todas las versiones del Ocean y si lleva aparejada una rebaja en el precio del coche, como ofrece NIO a sus clientes que han elegido el régimen de alquiler de la batería.

La marca estadounidense indica también que la solución de las baterías intercambiables es apropiada especialmente para aquellos usos en los que es clave una gran autonomía pero no se dispone de mucho tiempo para recargar, como es el caso del sector del transporte compartido. Afirma, además, que las baterías de los vehículos eléctricos se degradan con el tiempo y cambiarlas conlleva un desembolso difícil de asumir, un problema que se soslaya al optar por el intercambio de baterías.

En definitiva, Fisker apunta a “operadores de flotas que pretenden hacer la transición a la movilidad eléctrica sin compromisos económicos ni operativos”. A su parecer, la tecnología de Ample hará posible poner en funcionamiento rápidamente “la infraestructura para que sus vehículos estén disponibles en los mercados más grandes en poco tiempo”.

El CEO de la marca, Henrik Fisker, ha señalado por último que “el innovador sistema de intercambio de baterías de Ample brindará un nuevo nivel de asequibilidad al Fisker Ocean y, potencialmente, a los otros modelos” que tienen la intención de lanzar al mercado próximamente.

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