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Discovery Sport P300e: prueba del híbrido enchufable más equilibrado de Land Rover

Land Rover Discovery Sport P300e.

Pedro Urteaga

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Si nos pusiéramos en la piel de una persona interesada en un híbrido enchufable (PHEV) y que encajase con el perfil que ahora detallaremos, muy posiblemente nuestra elección sería el modelo que hemos probado en los últimos días, el Land Rover Discovery Sport P300e. Estamos hablando de alguien con recursos económicos holgados, amigo de distinguirse de la mayoría y que quiere un vehículo sobresaliente en calidad de acabados y confort de marcha, además de muy capaz en caso de salir del asfalto.

El Discovery Sport, con 4,6 metros de longitud, se sitúa a caballo entre los mucho más grandes y costosos Range Rover Sport o Velar y el más compacto Evoque -todos disponibles en versión PHEV-, cuyos 4,37 metros pueden quedarse cortos para buena parte de los compradores y que además está en la misma franja de precios que el Discovery: rondando los 60.000 euros.

En variante enchufable, nuestro modelo únicamente puede incorporar cinco asientos, en tanto que el resto de la gama, compuesta por híbridos ligeros (MHEV) salvo cuando se escoge tracción delantera y cambio de marchas manual, sí puede llevar dos plazas suplementarias que pueden sacar de más de un apuro. También las podemos encontrar en el Discovery normal (no Sport), este disponible solo con motorizaciones también mild hybrid.

El maletero tiene el mismo volumen en todas las versiones, 454 litros, una cifra que no hace justicia a la verdadera capacidad de carga del coche, que además se puede regular gracias a la posibilidad de desplazar a lo largo la segunda fila de asientos. En el caso del PHEV, contaremos bajo la moqueta con un compartimento donde guardar los cables que permiten enchufar el vehículo a la red.

El sistema de impulsión en el P300e combina un motor de gasolina de 1,5 litros de cilindrada y 200 CV, encargado de mover las ruedas delanteras y asociado a una caja de cambios automática de ocho relaciones, con otro eléctrico de 80 kW/109 CV unido al eje trasero que se alimenta de una batería de iones de litio de 15 kWh de capacidad. Su potencia combinada es de 309 CV.

La autonomía eléctrica ronda los 60 kilómetros en ciclo WLTP. El conductor puede elegir entre un modo cero emisiones puro, hasta que la batería aguante, otro híbrido en que se complementan el motor térmico y el eléctrico, y un tercero que conserva la energía para poder utilizarla más adelante.

En el Discovery Sport hemos observado que, al escoger este modo llamado Ahorro, la autonomía no solo se mantiene, sino que crece a un ritmo considerable. Esto nos animaba, en los momentos en que no era posible recargar el coche, a seleccionar esta opción en vías rápidas y aprovechar posteriormente la energía recuperada en los trayectos urbanos, con lo que a su vez disminuía el consumo medio.

Con esta práctica, hemos conseguido situar este último en unos 8 litros/100 km, muy moderados para un modelo que se acerca a los 2.200 kilos de peso. Si la batería se agota totalmente, el dato se va fácilmente por encima de los 9 litros/100 km, y eso siendo cuidadoso con el acelerador pues no conviene olvidar que este vehículo dispone de un motor de combustión muy potente, algo siempre recomendable en los trayectos largos, y que por ejemplo le ayuda a alcanzar los 100 km/h desde parado en solo 6,6 segundos.

Potente y estable

En conclusión, la versión P330e tiene bien merecido el apellido Sport; no en vano es la más potente de la gama, seguida de lejos por la P250 MHEV AWD Auto de 250 CV. Y si bien no cuenta de serie con distintos modos de conducción, salvo el que impone un funcionamiento más deportivo de la transmisión, el coche presenta un comportamiento bastante aplomado, sin incómodos balanceos de la carrocería.

En cambio, sí disfrutaremos aquí de un sistema electrónico de tracción, el Terrain Response 2, que incluye el denominado All Terrain Progress Control para transitar por zonas difíciles fuera de carretera. En combinación con unas llantas -razonables para los tiempos que corren- de 18 pulgadas y un neumático con flanco 60, es posible adentrarse por campo con garantías, auxiliados además por un dispositivo de control de descenso.

El Discovery Sport luce un acabado interior soberbio, sobre todo sólido pero también lujoso, así como un habitáculo amplio y luminoso. En cuestión de equipamiento, solo hemos echado en falta el cargador inalámbrico de móviles, un extra que cuesta 356 euros si se solicita por separado y que está incluido en el Technology Pack (1.414 euros) junto con el head-up display, el retrovisor interior ClearSight (mediante cámara) y el parabrisas con filtro solar.

Para tratarse de un coche ideal para viajar, los 57 litros del depósito de combustible se nos antojan un poco cortos, aunque esto es un mal común a muchos híbridos enchufables; algunos de sus rivales (Mercedes GLC, BMW X3…) llevan tanques aún menores, de 50 litros. De todos modos, en función del ritmo de conducción y una vez que agotemos la carga de la batería, es fácil que con el P300e haya que repostar más pronto de lo deseable. El único consuelo con los precios actuales del combustible es que al menos tendremos la sensación de que la factura no es tan sangrante como si tuviéramos que poner 80 litros. 

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