Nuevo C5 Aircross Hybrid, abanderado de la transición energética de Citroën
La marca francesa Citroën se adentra con decisión en la movilidad eléctrica a través de una ofensiva que contempla ofrecer una versión electrificada de todos sus modelos para el año 2025, y del 80% de ellos en 2023. El vehículo que encabeza este movimiento, similar al que están iniciando o han iniciado ya los demás fabricantes de coches, es el C5 Aircross Hybrid, uno de los SUV que más destacan en modularidad y que en este caso incorpora un sistema híbrido enchufable con 225 caballos y 50 kilómetros de autonomía eléctrica.
Este esquema de propulsión, que veremos instalado también en otros modelos del Grupo PSA como los Peugeot 3008 y 508 o el Opel Grandland X, combina un motor de gasolina de la familia PureTech de 180 CV y otro eléctrico de 80 kW que entregan una potencia combinada de 225 CV y un par motor de 320 Nm, en asociación con un cambio automático electrificado de ocho velocidades.
Aunque el proceso de homologación bajo ciclo WLTP se halla aún en curso, Citroën asegura que la batería del C5 Aircross Hybrid, de 13,2 kWh de capacidad, proporciona una autonomía en modo 100% eléctrico de 50 kilómetros. Las emisiones de CO2 se sitúan en 39 gramos por kilómetro recorrido y el consumo combinado, en 1,7 litros cada 100 kilómetros.
El SUV francés dispone de una función, Brake, que permite incrementar la retención del vehículo sin pisar el pedal de freno. Este sistema de frenado regenerativo hace posible recuperar la energía que normalmente se desperdicia durante las fases de desaceleración y frenada, con lo que se recarga la batería y aumenta en consecuencia la autonomía en modo cero emisiones.
El tiempo necesario para rellenar la batería se ha optimizado, de tal manera que el proceso se completa en un periodo de entre cuatro y siete horas en una toma doméstica clásica y en menos de dos horas en un wallbox de 7,4 kW. La recarga, además, se puede programar y diferir con el fin de aprovechar las tarifas eléctricas más ventajosas, comúnmente en horario nocturno. La programación se realiza bien mediante la pantalla táctil del coche, bien por la aplicación MyCitroën.
“El buque insignia tecnológico de Citroën”
Linda Jackson, directora general de la marca francesa, ha señalado que el nuevo modelo supone, además del primer paso en su estrategia de electrificación, “un verdadero buque insignia tecnológico de Citroën” que ofrece “una real polivalencia de uso: eléctrico en el día a día, térmico cuando sea necesario”, puesto que la autonomía está garantizada en desplazamientos largos gracias al motor de combustión.
Los argumentos que justifican esa consideración de estandarte tecnológico son, entre otros, los amortiguadores progresivos hidráulicos, los asientos Advanced Comfort y los 20 sistemas de ayuda a la conducción embarcados, dispositivos todos que, no por conocidos del C5 Aircross convencional, dejan de aportar valor a esta futura variante híbrida enchufable.
Las baterías que incorpora la versión plug-in no parecen interferir en la sobresaliente modularidad del modelo, del que se conservan, como valor más dertacado, las tres plazas traseras independientes, iguales en tamaño, plegables y reclinables. El maletero sí paga en parte las consecuencias, pues se queda en 460 litros de capacidad, y 600 litros con el asiento posterior en su posición más adelantada (por 580-720 litros del C5 estándar, esto es, 120 litros menos).
Las primeras entregas del coche tendrán lugar en España “en el primer semestre de 2020”, según ha adelantado la marca sin dar más detalles, y su precio de partida será de 34.350 euros, sin contar (descontar más bien) los posibles incentivos oficiales. Y, por supuesto, al superar los 40 kilómetros de autonomía eléctrica que requiere la DGT, podrá lucir la preciada etiqueta Cero.
