Volkswagen resucita el legendario Bulli con un nuevo ‘corazón’ eléctrico
No solo de flamantes deportivos se nutre el olimpo de los clásicos del mundo del automóvil, y no existe mejor prueba de ello que la existencia de un modelo legendario como el Volkswagen Bulli, muchas veces descrito por legos y no tan legos como la camioneta de los hippies. Pues bien, la marca alemana se suma a la moda iniciada por otros fabricantes de electrificar sus vehículos más señeros al presentar el prototipo del e-Bulli, equipado con la tecnología utilizada en los últimos coches eléctricos presentados por la compañía.
Basado en un T1 Samba Bus producido en 1966 y restaurado a conciencia, el e-Bulli se iba a desvelar en Techno Classica 2020, pero la cancelación del evento por la crisis mundial del coronavirus ha forzado a VW Vehículos Comerciales a darlo a conocer de manera virtual. Su socio eClassics tiene previsto ofrecer conversiones del T1 y vehículos T1 completos al estilo del e-Bulli, así como conversiones de los T2 y T3. La conversión del T1, que incluye ejes delantero y trasero rediseñados, se ofrece a partir de 64.900 euros. VW anuncia además concesionarios especializados en estas transformaciones y kits de piezas listas para montar.
En el e-Bulli, el motor bóxer de cuatro cilindros y 44 CV cede su lugar a un silencioso motor eléctrico con casi el doble de potencia (81 CV) y más del doble de par motor: 212 Nm, frente a los 102 Nm del original, que además están disponibles de forma inmediata. Estas cifras permiten afirmar que nunca ha habido un T1 oficial tan potente como este prototipo.
El suministro de energía de su motor eléctrico proviene de una batería de iones de litio con 45 kWh de capacidad que proporciona una autonomía superior a 200 kilómetros. La carga puede realizarse bien en corriente alterna con una potencia de entre 2,3 y 22 kW, bien en corriente continua mediante un enchufe CCS en puntos de carga rápida de hasta 50 kW, en cuyo caso la batería recupera el 80% de su capacidad en unos 40 minutos.
El e-Bulli incorpora un sistema de electrónica de potencia situado en la parte trasera que controla los flujos de energía de alta tensión entre el motor eléctrico y la batería, y en el proceso convierte la corriente continua almacenada en corriente alterna. Como en el ID.3 y en el futuro ID.Buzz, que será la versión modernizada al completo del Bulli, la batería se aloja en la parte central del suelo del vehículo, lo que permite rebajar el centro de gravedad y mejorar el comportamiento.
La transmisión consta de una sola velocidad y la palanca de cambios, colocada ahora entre los asientos delanteros, incluye una función (B) con la que se gradúa la recuperación de energía durante el frenado. La velocidad máxima se ha limitado electrónicamente a 130 km/h, en tanto que el Bulli original alcanzaba -sin bridas de ningún tipo- los 105 km/h.
Nada tiene que ver la conducción de aquel Samba de 1966 con la del e-Bulli, comenzando porque el chasis ha sido rediseñado y siguiendo por la inclusión de nuevos amortiguadores y puntales de suspensión ajustables en los ejes multibrazo delantero y trasero, de un sistema de dirección de cremallera, también de nuevo cuño, y de cuatro discos de freno ventilados internamente.
Las novedades exteriores se resumen en acabados de pintura en dos colores (naranja y arena) para la carrocería, los nuevos faros delanteros led redondos y los indicadores de carga led en la zaga del vehículo. Más drásticos son los cambios introducidos en el habitáculo, por mucho que el look recuerde indiscutiblemente al del modelo al que se rinde tributo. Los asientos, por ejemplo, se ofrecen en dos colores en línea con los del exterior: Saint Tropez y Naranja Saffrano. El suelo está cubierto con madera sólida que imita el aspecto de la cubierta de un barco, y un techo panorámico retráctil inunda de luz el interior.
Atmósfera clásica mezclada con 'gadgets' digitales
El nuevo velocímetro respeta el aire del original, pero añade un pequeño display digital que ofrece al conductor información relevante, como la autonomía de que se dispone. Por último, una tablet integrada en la consola del techo le mantiene también al corriente del tiempo de carga restante, los kilómetros recorridos, los tiempos de desplazamiento y el consumo y la recuperación de energía durante los trayectos que se han realizado.
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