Nissan dejará de lanzar en 2023 modelos equipados solo con motor de combustión
La visión a largo plazo de la firma japonesa Nissan apuntaba a la electrificación desde una fecha tan temprana como 2004, cuando tomó la decisión de invertir para lanzar un vehículo eléctrico global y de producción masiva. El resultado de aquella apuesta fue, en 2010, el Leaf, cuyos usuarios han recorrido más de 21.500 millones de kilómetros libres de emisiones, según cálculos de la compañía.
En espera de un futuro 100% eléctrico como el que proponía y propone el Leaf, Nissan pretende seguir siendo protagonista de la transición hacia la neutralidad en carbono. Su Vicepresidenta de Producto y Planificación de Servicios para Europa, Oriente Medio, África, India y Oceanía, Clíodhna Lyons, ha sintetizado de este modo cómo será el proceso para la marca asiática: “En Europa, el año que viene dejaremos de lanzar nuevos modelos construidos exclusivamente con motores de combustión interna tradicionales. Tenemos la ambición de tener un mix de ventas totalmente electrificado para el final de la década. La visión de Nissan continúa y es más clara que nunca: 100% eléctrico”.
Lyons ha participado recientemente en la exposición Japan Desu, organizada en Madrid con la colaboración de Nissan, concretamente en una jornada titulada Diseñando soluciones de movilidad para las ciudades inteligentes del futuro, en la que compartió mesa con Bruno Saint-Jalmes, responsable de Diseño de Airbus. En ese foro, la vicepresidenta añadió que, con la introducción de la tecnología híbrida en el Juke, el sistema e-Power embarcado en el Qashqai y el X-Trail y el lanzamiento del Ariya, su primer crossover eléctrico puro, la marca ha dado “pasos significativos” para ofrecer a sus clientes “una gama de opciones que satisfagan todas sus necesidades de movilidad”.
Lyons admite que no todo el mundo está preparado para el vehículo 100% eléctrico, razón por la que su marca ofrece una gama electrificada y totalmente renovada en este 2022 para poder ofrecer alternativas de movilidad adecuadas a cada cliente. “Es más, gracias a escuchar al cliente podemos seguir desarrollando las tecnologías adecuadas”, remacha.
A su juicio, lo más destacable de la e-Power es que es la única en que el motor de gasolina se utiliza únicamente para producir electricidad, mientras que las ruedas son impulsadas en todo momento por el motor eléctrico. El usuario disfruta así de la aceleración instantánea y lineal de los eléctricos puros, de una gran capacidad de respuesta y, “sobre todo, de la tranquilidad y relajación de conducción que proporciona el pedal único e-Pedal”.
En cuanto a un SUV movido por baterías como el Ariya, lo ve como “un icono de la movilidad eléctrica, gracias a larga experiencia y única de la marca pionera en el segmento de los vehículos eléctricos y de los crossovers, dando un paso más allá hacia el futuro electrificado”.
Más allá del producto
La forma en que Nissan vislumbra dicho futuro sobrepasa el ámbito del producto en sí para abarcar la neutralidad de carbono plena en todas sus operaciones para 2050. De ahí que la marca lleve años desarrollando planes de sostenibilidad con una visión del negocio de 360 grados que ha culminado en el proyecto Nissan EV36Zero.
Este contempla crear un modelo de gestión sostenible que se implantará desde la fase de diseño de los nuevos modelos hasta su producción y posterior comercialización. En el proceso se utilizarán fuentes de energía renovable para la producción y se desarrollarán nuevas baterías de estado sólido, más eficientes que las actuales, entre otras acciones.
El fabricante japonés continúa desarrollando también mejores baterías de iones de litio e introducirá la tecnología sin cobalto para reducir el coste en un 65% para el año fiscal 2028. Como comenta Lyons, “construir un ecosistema eléctrico solo tiene sentido si hacemos que funcione no solo para nuestros clientes, sino también para la comunidad en general y a favor de preservar el medio ambiente”.
La ejecutiva irlandesa recuerda que Nissan está dando los pasos para cumplir y, si cabe, anticiparse a las fases de transición hacia el fin de los vehículos de combustión. Pero, a su juicio, la industria y los gobiernos deben trabajar juntos en la propuesta de medidas que faciliten el proceso.
“La pandemia nos ha permitido analizar estudios que muestran que la mayoría de los europeos ahora están más a favor de medidas orientadas a lograr el regreso a los niveles de contaminación del aire previos a la crisis sanitaria”, reflexiona Lyons. Sobre el papel crucial de las ciudades como motores de la transición hacia la movilidad sostenible, concluye que la velocidad a la que avancen en esa dirección, “con mayor presencia tecnológica, tendrá un impacto directo en la velocidad de implantación del vehículo eléctrico”.