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EH Bildu recupera la alcaldía de Pamplona con el respaldo de los socialistas y más apoyos que los tres últimos alcaldes de UPN

El nuevo alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (d), celebra en el balcón del ayuntamiento que ha sido elegido tras la moción de censura, en la Casa Consistorial, a 28 de diciembre de 2023

Iker Rioja Andueza

Pamplona —

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Tras un pleno extraordinario cuyo resultado era perfectamente conocido, Joseba Asiron (Pamplona, 1962) ha sido investido a las 12.58 horas por segunda vez como alcalde de la capital de Navarra. El dirigente de EH Bildu fue regidor entre 2015 y 2019. La mayoría del pleno municipal salido de las urnas del pasado mes de mayo ha dado curso a una moción de censura contra la alcaldesa de UPN, Cristina Ibarrola. Se trata de un movimiento político de calado pactado previamente por EH Bildu con el PSN, que ha pasado de aceptar los apoyos abertzales a apoyar también a Asiron a diferencia de lo ocurrido en 2015, en 2019 o incluso tras las elecciones de 2023, cuando vetó expresamente esta posibilidad. El giro a la izquierda de esta ciudad de 200.000 habitantes ha sido secundado también por las coaliciones Geroa Bai (Socialverdes y PNV) y Contigo/Zurekin (encabezada por Batzarre en Pamplona pero en la que están integrados Podemos, IU o Equo). En la calle, al mismo tiempo en que se producían las votaciones, han coincidido las protestas de las derechas -que continúan identificando a Asiron y a EH Bildu con ETA- con las celebraciones de la formación independentista, para la que Pamplona es todo un símbolo de su robustez en todos los niveles institucionales.

Las elecciones en Pamplona las ganó UPN. Sin embargo, la candidatura separada del PP encabezada precisamente por un tránsfuga, Carlos García Adanero, hizo que los escaños de la derecha fuesen once y no doce. El PP también dividió ese espectro en las generales y, liderado por el otro tránsfuga, Sergio Sayas, dio la victoria en Navarra a los socialistas, con Santos Cerdán de referencia. En la primera investidura, en junio, Ibarrola nunca logró la mayoría absoluta del pleno y empató en votos con Asiron, ya que EH Bildu, Geroa Bai y Contigo/Zurekin también suman once ediles, como UPN y PP. Su candidatura prosperó por haber sido la lista más votada. En medio de esos dos bloques quedó el PSN, con cinco abstenciones.

Los foralistas interpretan que este acuerdo estaba ya preparado y que se pospuso entonces ya que quedaban semanas para las elecciones generales. Ahora, con la investidura de Pedro Sánchez ya cerrada y tras años de relación de confianza en Navarra, donde EH Bildu es apoyo para la presidenta socialista, María Chivite, el PSN ha accedido a derribar su último muro con la izquierda abertzale. Alberto Núñez Feijóo lo ha llamado “pacto encapuchado” y el líder de UPN, Javier Esparza, considera que los socialistas han llegado a un acuerdo con una partido de “terroristas”.

Sin embargo, el resultado de este jueves, día de los Santos Inocentes, es que Asiron ha logrado mayoría absoluta en el pleno y más votos que los que Ibarrola tuvo en primavera e incluso que los que el anterior alcalde de UPN, Enrique Maya, logró en 2019. También han sido más que los del propio Maya en 2011 o los de Yolanda Barcina, también de UPN, en 2007. Ambos alcanzaron 13 votos. Hay que remontarse a 2003 para encontrar un mandato de UPN con la misma base en el pleno que el actual de Asiron. Entonces Barcina sumó 15 concejales, los doce de su formación y los tres de la extinta CDN.

Los quince 'síes' de ahora, de hecho, superan el registro del propio Asiron en 2015. Y tendrían que haber sido 16, el máximo registro contemporáneo, porque en el pleno ha estado ausente el quinto concejal del PSN. La candidata Elma Saiz dejó el Ayuntamiento al ser nombrada ministra de Seguridad Social y aún no ha tomado posesión su sustituto. Iba a hacerlo antes de la moción de censura Tomás Rodríguez, pero su partido explica que ha renunciado por las presiones recibidas. Miguel Matellanes será el que entre en otro momento, aunque su concurso no ha sido decisivo. Medido en votos, la actual fórmula de Gobierno sumó 55.000 apoyos en las urnas por 38.000 de la anterior, en números redondos.

Que el alcalde no pertenezca a la lista más votada no es una anomalía tampoco. Él mismo así logró el cargo en 2015 pero antes fueron investidos con fórmulas mayoritarias el socialista Julián Balduz en 1979 (precisamente gracias a los votos de la izquierda abertzale, entonces HB, y en una etapa en que el PSOE en Navarra dependía del PSE vasco) o Javier Chorraut del CDN en 1995. Las hemerotecas recogen también cómo en 1983 y tras una victoria sociales UPN y AP (Alianza Popular, el predecesor del PP) ofrecieron al PNV, con solamente un concejal, Julio Oteiza, la alcaldía de Pamplona con tal de evitar un regidor socialista. El histórico dirigente abertzale Patxi Zabaleta contaba que las derechas le sondearon para dar cauce a esa operación, aunque finalmente no cristalizó y Balduz repitió como primer edil.

La sesión

Del modo tradicional, una mesa de edad ha dirigido la sesión, que ha arrancado con dos minutos de retraso, a las 12.02 horas. Precisamente Ibarrola y su equipo han sido los últimos en llegar. Un retrato del jefe del Estado, el rey Felipe VI, y una mesita en la que se exhiben la 'makila', la medalla de la ciudad y un ejemplar de la Constitución estaba ubicada en medio del plenario. Ha presidido Koldo Martínez, el más veterano con 70 años y edil de Geroa Bai, que ha querido hacer su papel en los dos idiomas, euskera y castellano. Le ha acompañado el más joven, Aitor Silgado, de UPN y de 29.

Después de que el secretario municipal haya confirmado que había quórum y haya explicado a sus señorías lo obvio de cara a a la votación -“sí significa que se está a favor de la moción de censura y no que se está en contra”-, Martínez ha dado lectura al escrito registrado como justificación de la moción de censura. Cuando ha explicado que la alcaldesa ha venido “despreciando” a la oposición, una colaboradora le ha dado a Ibarrola un botellín de agua. Seria -muy seria- ha ido escuchando los argumentos de EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo/Zurekin para “normalizar el funcionamiento” de la institución y las promesas de devolver la “solvencia” a la capital navarra.

En esta moción, los partidos indican que ven Pamplona paralizada, como muestra el hecho de que decaigan año a año los presupuestos por falta de mayorías. Pero, en paralelo, fuera del Ayuntamiento se han presentado dos acuerdos políticos. El primero es el de EH Bildu con el PSN con los objetivos de la nueva etapa. También hay una mención expresa a las víctimas de ETA, una exigencia socialista en previsión del chaparrón por aupar a la alcaldía de Pamplona a la izquierda abertzale. El segundo es el de Asiron con Geroa Bai y Contigo/Zurekin. Las tres formaciones, sin el PSN, gobernarán en coalición y han fijado ya algunas prioridades. Entre ellas, reabrir el debate sobre los Caídos, el gran mausoleo dedicado a las víctimas del bando ganador de la Guerra Civil y que, después de Cuelgamuros, es el más grande monumento franquista que sigue en pie.

La sesión no ha sido especialmente larga. Y eso que las discusiones técnicas lo han enredado. Asiron ha renunciado a tomar la palabra e Ibarrola ha dado la réplica durante seis minutos. Inicialmente se habían anunciado que serían diez minutos de cada uno de ellos. Por ello, la edil María Caballero de UPN ha pedido la palabra y ha acusado a los nuevos responsables municipales de “hurtar cuatro minutos” de intervención a la saliente regidora. Incluso ha amenazado con emprender acciones legales y ha asegurado que es el adelanto de un nuevo tiempo de confrontación política. El edil más joven ha discrepado del criterio del presidente de la sesión, pero el exsenador y exparlamentario navarro de Geroa Bai ha defendido que él tiene potestad para ordenar el debate. La discusión ha enredado la jornada. Caballero ha llegado hablar de una “ilegalidad” y Martínez se ha enfrentado verbalmente con la concejal de UPN. Finalmente, el alto funcionario que ha acompañado a los políticos ha explicado que sí había un acuerdo para que fueran diez minutos aunque Martínez ha impuesto su criterio incluso negando la palabra a la exalcaldesa.

Ibarrola ha definido el pleno como “macabra obra” de “traición”, un hito “histórico” pero para mal, “un antes y un después en la democracia española”. Nombrando uno a uno a los concejales socialistas, les ha espetado que van “pasar a la historia por girar el pulgar hacia abajo” para regalar por Navidad Pamplona a una formación “dirigida por terroristas” o que tiene como edil a Axier Abaurrea, condenado por agredir a dos agentes. También ha criticado a Elma Saiz, María Chivite, Ramón Alzórriz y Santos Cerdán, la cúpula del PSN. “No podemos permitir que la palabra no tenga valor”, les ha dicho a los socialistas. “Me duele en el corazón. Me voy con la cabeza muy alta. Esto estaba escrito: matarme antes de nacer”, ha manifestado también sobre la brevedad de su mandato, en una expresión dura que ya había empleado en anteriores intervenciones. Y ha seguido: “Pedro Sánchez, como Judas Iscariote, vende Pamplona por seis votos”. “Esto no es una inocentada”, ha manifestado igualmente mirando al calendario. Finalmente, Ibarrola ha hablado nueve minutos, sumando los tres que le corresponden como portavoz de su partido y ha dado a entender que aspirará a recuperar el poder: “Hoy nos apartan pero no hay derrota total. Seguiremos trabajando duro. Me voy con mucha fuerza. Me siento muy fuerte para lograrlo. Espero que democráticamente ustedes tengan lo que merecen. Gracias Pamplona. Gracias a todos. Lucharemos y seguiremos trabajando por hacer política de verdad”.

Justo al término de estas palabras se ha escuchado desde la calle un gran clamor de “UPN kanpora!” ('fuera UPN', en euskera). Los partidos han intervenido, en efecto, durante tres minutos. Pero solamente los que han pedido la palabra. No lo ha hecho EH Bildu, por ejemplo. La primera en dar la réplica ha sido Marina Curiel, la portavoz socialista: “Nos están señalando, nos están insultando”. Curiel ha defendido que “el acuerdo es transparente” y que “se circunscribe a Pam-plo-na”. Ha remarcado que se fundamenta en “principios éticos, valores democráticos y proyectos de ciudad”. Después ha seguido Carlos García Adanero. El tránsfuga -sin papeles- ha aprovechado para criticar a Sánchez, incluso colando el Falcon en su discurso. “¿Dónde quedan los asesinados y que ustedes no han condenado? ¿Dónde quedan los crímenes sin resolver en Pamplona?”, ha preguntado a la izquierda abertzale.

Mikel Armendariz, de Geroa Bai, ha resumido su alocución con un simbólico “no enfrentemos a Pamplona con Iruñea ni a Iruñea con Pamplona” y ha tendido a UPN y PP para seguir colaborando. Txema Mauleón, de Contigo/Zurekin, ha aplaudido el acuerdo de “todas” las fuerzas progresistas pero ha recordado que también las fuerzas conservadoras son necesarias para construir la ciudad. “Tenemos que volver a practicar el principio de la tolerancia”, ha señalado alertando del discurso “ultra” que se ha instalado en la derecha de Navarra.

Después se ha votado 'in voce' y por orden alfabético, con Abaurrea abriendo. Sin sorpresas, ha prosperado la moción de censura con nuevos gritos de 'UPN kanpora' en la calle que han hecho que inmediatamente se hayan cerrado las ventanas por parte de operarios municipales. Por consiguiente, Asiron ha vuelto a recibir la 'makila' o vara de mando, además de la insignia y de la medalla de la ciudad. Por protocolo, no ha sido la alcaldesa saliente la que ha hecho este traspaso, sino de nuevo el presidente de la mesa de edad, Martínez, que pasará a ser miembro del nuevo Gobierno de Asiron en representación de Geroa Bai, como también Txema Mauleón de Contigo/Zurekin. Dentro del propio grupo del nuevo alcalde hay también dos concejales de EA, histórica formación socialdemócrata escindida del PNV. Además, pertenecen al sector crítico con Sortu.

Finalizado el pleno, el salón de recepciones ha acogido un pequeño brindis. Asiron, con Martínez y Mauleón pero sin la socialista Marina Curiel, han salido a saludar desde el balcón. Más adelante se ha producido igualmente un encuentro del regidor con sus simpatizantes en la calle. Antes, Asiron ha agradecido a las “miles de personas” que votaron a las fuerzas progresistas. Ha destacado que se abre un nuevo tiempo. En euskera y castellano ha indicado que son tres sus retos: “Compromiso con la búsqueda de consensos, compromiso por el respeto por el que piensa de manera diferente y compromiso por la convivencia”. Al levantarse la sesión, Ibarrola se ha puesto en pie y le ha dado la mano a su sucesor.

Ante los periodistas, la ya reconvertida en jefa de la oposición, Ibarrola, ha comparecido en medio de un 'riau riau' cantado como si fueran Sanfermines por los seguidores del nuevo regidor, que ha sido ovacionado por la masa. “Escuchar a Asiron hablar de convivencia me pone la piel de gallina, como también los gritos recuerdan a los peores tiempos”, ha afirmado sobre ello. Preferiría “fregar escaleras” a pactar con EH Bildu, ha manifestado igualmente. En el plano más político, ha cargado con el PSN por enésima vez y ha afirmado sobre ellos: “Les auguro un final de vida política en Pamplona”. “Ninguna autocrítica. No puedo ser más dialogante”, ha manifestado también.

-¿Qué le ha dicho a Asiron cuando se han dado la mano?

-Le hubiera dado la enhorabuena el 17 de junio. Ahora no merece enhorabuena alguna. Ha hecho tanto daño a mi familia de forma machista y repulsiva. Soy fuerte, a mí no me hunden. Cuando salga y me sigan insultando, yo le culpo directamente. Di-rec-ta-men-te. Yo no voy a escolta. No quiero nada desde hoy. Pero le responsabilizo.

Preguntada por su futuro político, por si se ve candidata en 2027, ha afirmado que no tiene “ni idea”. Eso sí, ha añadido: “Me pongo a trabajar de forma intensa para que esta ciudad recupere un Gobierno que merece”. Mientras seguía hablando, las gentes de plaza tocaban el 'No te quieres enterar' de Concha Velasco.

En la misma ronda de comparecencias, García Adanero del PP ha renunciado a hacer autocrítica por haber dinamitado su nuevo partido la coalición con UPN y haber debilitado a la derecha en Navarra. También ha defendido a Vox frente a EH Bildu porque la ultraderecha ha nacido en la democracia y no lleva “asesinos” en sus listas.

Un pleno 30 minutos antes

A última hora, la alcaldesa Ibarrola ha acordado convocar un pleno final de su mandato 30 minutos antes. Así, a las 11.30 horas se han reunido los 26 concejales durante seis minutos para tramitar algunos asuntos pendientes que no quiso acometer cuando ya se conoció que iba a perder el cargo. Se trataba del mismo orden del día que Asiron estaba dispuesto a llevar a cabo esta misma tarde, una vez consumado el cambio.

Entre los puntos que se han tratado y acordado estaba una simbólica subvención de 3.000 euros a la Fundación de Víctimas del Terrorismo. También Asiron estaba dispuesto a aprobarla y, de hecho, ha sido refrendada por unanimidad en el pleno, incluidos los ocho ediles de EH Bildu. Esta ayuda fue una de las últimas decisiones del expresidente de esa entidad, Tomás Caballero, que dejó el cargo a mediados de diciembre. Su padre era edil de UPN y fue asesinado por ETA en 1998. Asiron fue uno de los firmantes de un manifiesto de “condena” del crimen terrorista impulsado por intelectuales vascoparlantes de Pamplona. Ibarrola ha quitado valor al gesto y ha considerado que EH Bildu no puede “comprar” a las víctimas por 3.000 euros.

En la calle

La jornada ha puesto incuestionablemente a Pamplona en el foco. “¿Habéis visto qué jaleo hay por aquí?”, preguntaba la guía de un 'free tour' a sus acompañantes, viajeros de Barcelona, Toledo o Valencia. Todos han sonreído ante el “vamos a empezar viendo la fachada del Ayuntamiento”. Desde el amanecer había allí varios equipos de televisión haciendo directos y el personal municipal ha puesto unas vallas azules alrededor de la Casa Consistorial. Son las mismas que se emplearon hace un par de semanas cuando, después de conocida la moción de censura, UPN convocó un acto de protesta. La expectación era tal que el volumen de acreditaciones para asistir al pleno se ha disparado y el Ayuntamiento ha tenido que repartir a los medios de comunicación en varias estancias. El listado de periodistas ocupaba media docena de folios.

A las diez estaba prevista la primera movilización. Se trataba de una convocatoria prevista desde el 28 de noviembre, como informó UPN. Es decir, mucho antes de que se conociera lo que iba a ocurrir. El convocante era de la izquierda abertzale, según Euskadi Irratia. Pero no se ha llegado a celebrar. Los partidarios de Asiron se han reunido a las 11.30 horas. Antes, a las 10.30, los antidisturbios de la Policía Nacional han blindado la zona. En la plaza había cinco lecheras de la UIP, además de los agentes de la Policía Local. Las dotaciones estaban también en otros puntos del centro, incluida la sede del PSN en el paseo de Sarasate, junto al Parlamento. A los presentes se les ha repartido una pegatina con el lema en castellano 'Vuelve Asirón, vuelve la ilusión' y una octavilla que rezaba en ambos idiomas oficiales: “Hoy empieza un nuevo tiempo en Pamplona, un tiempo de progreso, consenso y respeto. Por ello, despediremos a UPN con un silencio ensordecedor. No responderemos a ningún tipo de provocación. Hoy es un día de alegría”. La dirigente y abogada Amaia Izko ha conversado con los mandos al cargo del operativo. También estaba convocada la manifestación de UPN contraria a la moción de censura. Hasta estaba anunciada una supuesta protesta apolítica en la que consideraba que todos los partidos, desde UPN a EH Bildu, son lo mismo.

La primera rueda de prensa

En su primera rueda de prensa, Asiron ha tendido la mano a UPN. “Tenemos que rebajar el tono de las declaraciones. Estoy absolutamente persuadido de que UPN representa a un sector de la población muy importante de Pamplona. Y también el PP. Son fuerzas necesarias en esta ciudad. No se puede querer a tu ciudad de manera integral y al mismo tiempo despreciar a una parte de ella”, ha indicado. Se ha comprometido a invitar a Ibarrola al despacho para mantener una reunión aunque ha lamentado que, a la inversa, él lo pidió “tres veces” en los días previos a la moción de censura sin éxito. A nivel más político, ha asegurado que el proyecto independentista queda en un segundo plano y que su prioridad serán las políticas sociales, particularmente que nadie duerma en la calle. Ha ironizado que la ciudad con mayor calidad de vida de España, como repetía Ibarrola, no puede permitirse eso.

Justo después, Asiron y todo su equipo, así como Geroa Bai y Contigo/Zurekin pero nuevamente no el PSN, han bajado a la calle para encontrarse con la masa que les esperaba desde hacía horas. Tenían hasta banda de música. A modo de una estrella del 'rock' ha ido saludando personalmente a muchos de los presentes. Al fondo, en solitario, un hombre sostenía una bandera de España y protestaba contra la amnistía. Entre los presentes había muy pocas ikurriñas y se han dejado ver un par de pancartas de los presos de ETA. “Éste es mi chupinazo”, ha dicho Asiron sobre el aspecto de la plaza del Ayuntamiento, tan similar al de un 6 de julio.

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